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Madrid.— El consorcio público de Radio Televisión Española (RTVE) —modelo que el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, quiere replicar en México— no ha logrado ser del todo exitoso, ya que, salvo etapas muy puntuales, ha estado sometido al control del gobierno en turno en las últimas décadas.
Tanto el derechista Partido Popular (PP) como el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), utilizaron en su beneficio la radiotelevisión pública cuando ocuparon el poder, a fin de reforzar sus programas y ocultar o disfrazar las noticias que más perjudicaban su imagen.
No obstante, la manipulación de los contenidos de RTVE que ha terminado por reducir los niveles de audiencia de los noticieros en los últimos años, se produjo con una especial incidencia durante las etapas de José María Aznar y Mariano Rajoy al frente del gobierno.
Los mecanismos independientes de control, como el Consejo de Administración de RTVE, integrado por profesionales vinculados a la comunicación y propuestos por los diferentes grupos parlamentarios, se han mostrado insuficientes para garantizar la pluralidad informativa ante las continuas injerencias del gobierno.
El socialista José Luis Rodríguez Zapatero (2004-2011) fue el primer presidente en romper la dependencia entre el ente público y el gobierno. Para ello, estableció que el máximo responsable de RTVE fuera elegido por una mayoría del Parlamento.
Sin embargo, cuando Rajoy llegó al poder en 2012 modificó las reglas y recuperó el viejo formato para que fuera el gobierno, fundamentalmente, el que designara al presidente de RTVE, reforzando con ello el control oficial sobre los medios de titularidad pública.
“La autonomía de exigir ese consenso parlamentario tan alto para apoyar al presidente de RTVE sólo se consiguió en la época de Zapatero. Antes siempre hubo una dependencia del gobierno, aunque sí es verdad que no todas las etapas fueron iguales, había épocas más dulcificadas que otras”, señala a EL UNIVERSAL Manuel Campo Vidal, presidente de la Academia de la Televisión, sociólogo y experto en medios de comunicación.
Los mayores escándalos causados por el manejo gubernamental de RTVE se generaron durante el último mandato de la derecha española, con Rajoy como presidente.
Muchos de los casos de corrupción que afectaban a dirigentes y empresarios del PP fueron maquillados en programas y noticieros, cuando no directamente ninguneados.
La manipulación originó una fuerte caída de la audiencia, lo que ubicó a los espacios informativos de RTVE en el tercer lugar de las preferencias ciudadanas, superados por las cadenas privadas.
El grueso de la redacción de la televisión pública protestó en contra de lo que, acusaban, era la sumisión al poder de los responsables de los noticieros abiertamente alineados con el PP.
Pero los reclamos no hicieron mella en el gobierno de Rajoy, que dejó el cargo tras provocar la mayor pérdida de credibilidad de la radiotelevisión pública en España.
El gobierno socialista de Pedro Sánchez está intentando reconducir la situación para devolver a RTVE la credibilidad perdida.
