Como ensimismada, Rosario Piedra Ibarra emprende la salida de la sala de juntas en el Senado, donde estuvo casi tres horas, en las que escuchó preguntas, unas 30, de senadores y dejó sin respuesta la mayor parte.
“¿Cuándo nos va a responder?”, le pregunta la senadora Sylvana Beltrones Sánchez (PRI). “Cuando me vuelvan a invitar”, responde y se va.
Esta tarde de verano es la segunda vez que Piedra Ibarra viene para presentarse ante senadores. La primera fue en diciembre, cuando rindió protesta al cargo de presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
Esta vez la crisis de las instalaciones tomadas en el Centro de la Ciudad de México generó presiones para que la ombudsperson compareciera ante la Comisión de Derechos Humanos del Senado, que preside la senadora Kenia López Rabadán (PAN).
Desde que asumió el cargo se han acumulado las propuestas para que Piedra Ibarra comparezca, y ante el cúmulo de problemas, el líder de Morena, Ricardo Monreal Ávila, estuvo de acuerdo en que asistiera, pero a una reunión de trabajo en privado, convocada por la Jucopo, que él preside.
Varias fuentes consultadas dicen que la reunión fue “dura”, “difícil” por las críticas de integrantes de la oposición, y con el arropamiento por parte de Morena. Detalles al son de: “No te preocupes, Rosario”.
Dicen que la titular de la CNDH de inicio leyó un mensaje. Siguió el turno para los planteamientos y hubo una granizada de preguntas. Como tercer acto, la escena, sin cámaras ni periodistas, de otra lectura de Piedra Ibarra, sin salirse de lo que llevaba escrito. Y así acabó el encuentro.
En el Patio del Federalismo, en desfile dan su versión de los hechos la panista Kenia López Rabadán (“fue vergonzoso”), Emilio Álvarez-Icaza Longoria (“debería renunciar”).
“Vino a leer”, y de 30 preguntas en el tintero quedaron 27, dice Kenia López Rabadán, y las morenistas dedican su participación a descalificar a la panista. La acusan de “falsa”, “hipócrita”, “mentirosa”.
Una a una, cuatro morenistas que se presentan a rebatir a la panista han dicho que pedirán sea destituida de la Comisión de Derechos Humanos.
Rosario Piedra Ibarra ha entrado y salido del Senado como un pez enjabonado.