Juan Ramón de la Fuente, representante permanente de México ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), manifestó que el doctor Guillermo Soberón Acevedo, exrector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), fue un gran impulsor, decidido de la ciencia, pero también de la cultura.
En el marco del Día del Médico, que decretó ayer el Presidente, el embajador destacó que por las acciones que hizo Soberón Acevedo al frente de la Universidad, pero también en las políticas de salud, se ganó el respeto y afecto de los mexicanos.
En la conferencia de prensa de Andrés Manuel López Obrador, en Palacio Nacional, se proyectó un video de la semblanza de Soberón Acevedo (quien falleció el pasado 12 de octubre) como homenaje póstumo del Consejo de Salubridad General.
“[Soberón Acevedo fue] un impulsor decidido de la ciencia, pero también de la cultura.
“El proyecto inicial del Centro Cultural Universitario es obra de Guillermo Soberón y ahí está todo ese legado (...) Se va un gran mexicano, un gran universitario, una autoridad moral que le permitió ganarse el respeto y el afecto de todos”, comentó.
En el homenaje se destacó que Soberón Acevedo impulsó la consolidación de un derecho esencial, como es el de la salud, y aseguró el respeto de la libertad de cátedra, a la investigación y a la autonomía de la UNAM, entre decenas de aportaciones más.
Jaime Antonio Martuscelli, coordinador de Proyectos Académicos de la UNAM, destacó que uno de los temas fundamentales de la gestión de Soberón fue la reforma del artículo cuarto constitucional para incorporar el derecho a la protección de la salud.
Como rector, de 1973 a 1981, Soberón fue impulsor de la iniciativa de modificación al artículo tercero constitucional para adicionar la fracción VII, con la cual se garantizó la autonomía de las universidades e instituciones de educación superior del país, facultad que garantizó el respeto de la libertad de cátedra.
Soberón Acevedo implementó el Programa de Descentralización de Estudios Profesionales, a partir del cual se creó la Escuela Nacional de Estudios Profesionales (ENEP), con sus planteles en Cuautitlán, Acatlán, Iztacala, Aragón y Zaragoza, para así atender la demanda de educación superior en la zona conurbada de la Ciudad de México.
También, durante su periodo, surgieron la Facultad de Psicología y la Escuela Nacional de Trabajo Social, así como la transición de las escuelas de Enfermería y Economía a facultades.
Además, ocupó el cargo como secretario de Salud de 1986 a 1988, durante la administración de Miguel de la Madrid.
