Decenas de migrantes continúan refugiándose en la plaza Giordano Bruno ante las inclemencias del clima, la falta de baños, de agua, de un lugar para cocinar. Han decidido quedarse niños y adultos de diferentes edades y nacionalidades, a pesar de que autoridades presumen ya haber trasladado a 323 migrantes de Haití, Brasil y Chile a un albergue del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia en Huixtla, Chiapas.
Se quejan de que en medio de la emergencia humanitaria, las autoridades federales y locales no se han pronunciado sobre instalar otro albergue en la Ciudad de México o la infraestructura adecuada en la plaza, tras el cierre del espacio que se encontraba en la alcaldía Tláhuac que sobrepasó su capacidad.
En la plaza Giordano, ubicada en la colonia Juárez, alcaldía Cuauhtémoc, se encuentran instaladas casas de campaña, anafres para cocinar y las bardas aledañas se han acondicionado para tender la ropa de niños y adultos.
Jorge salió de Honduras en busca de mejores condiciones de vida, lleva viajando tres meses. Sin embargo, quedó incomunicado por el robo de su teléfono celular en Tapachula, Chiapas; esperó dos meses y 17 días en esa entidad, pues solicitaba la visa humanitaria y no veía avance en su trámite: “Soy el número 153 mil 144; nunca me llamaron”, relata con un semblante de cansancio.
Refiere que viajó con una caravana de 3 mil 500 personas, y en Villa Comatitlán pidieron ayuda humanitaria, ahí le brindaron un permiso para transitar que expide la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar). Decidió seguir su viaje a la Ciudad de México y se instaló con otros cientos de personas, la semana pasada, en el refugio de los migrantes de la plaza Giordano.
Tiene permiso para permanecer en el país, pero no puede continuar su camino por falta de dinero y comunicación. Su objetivo es establecerse en Piedras Negras, Coahuila, y trabajar. Ha tratado de ingresar a Estados Unidos en dos ocasiones, pero ha sido deportado a su país.
“La meta de ellos es no ver personas aquí”, dice Jorge por el desalojo en la plaza del pasado viernes, por parte del Instituto Nacional de Migración (INM), que llegó con autobuses para trasladar a cientos de migrantes a Huixtla, Chiapas.
Sostiene que las instancias competentes “no se han acercado a brindar comida, atención o algún apoyo, lo que sí han hecho personas de la sociedad civil y la iglesia”.
Cabe destacar que una vagoneta del INM se encuentra en las inmediaciones de la plaza, aguardando a que algún migrante quiera trasladarse.
Jorge espera que un familiar pueda mandarle dinero y continuar su camino al norte del país. Algunos de los migrantes ya no buscan llegar a Estados Unidos, quieren su permanencia en México. Sin embargo, requieren el trámite para transitar y poder buscar trabajo. Ante la incertidumbre, confía en comunicarse con su familiar para continuar su camino.
El pasado 11 de mayo el gobierno de Estados Unidos determinó ponerle fin al Título 42, mediante el cual, por cuestiones sanitarias para evitar el contagio de Covid-19, podía expulsar de inmediato a todos los que cruzaran de forma ilegal. Ahora, la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) señala que las peticiones de refugio en México también van en aumento, salvoconducto que les permite desplazarse por toda la República Mexicana y aspirar a un empleo.
Por otro lado, la Comar estima recibir 140 mil solicitudes de refugio, lo cual supera el récord de 2021, de 130 mil, petición que brinda a quien la solicita derechos fundamentales en educación, salud y trabajo en cualquier estado del territorio nacional, documento que siguen esperando los migrantes que permanecen en la plaza Giordano.