Padres de los normalistas
desaparecidos hace cinco años en Guerrero acudieron al Centro Cultural Universitario Tlatelolco , donde defensores de derechos humanos organizaron un conversatorio para analizar los avances y faltantes en la investigación para esclarecer el paradero de los jóvenes.
Emiliano Navarrete
, padre de José Ángel Navarrete González, desaparecido a la edad de 18 años, reconoció en los esfuerzos del gobierno de Andrés Manuel López Obrador para aclarar los hechos, incluso un trato diferente hacia los padres de las víctimas, lo que calificó de ser “una nueva esperanza”.
“Nuestro camino ha sido muy duro. La desaparición de nuestros hijos vino a romper la careta de un gobierno, de quienes nos representaban, se descubrieron como realmente eran. Nosotros queremos regresar a casa, pero con ellos vivos”,
sentenció.
Mariclaire Acosta, consejera de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), dijo que a este gobierno, además de justicia “se le pide verdad, para dejar de proteger unos cuantos intereses”. Admitió también que se ve “un rayito de esperanza (con la admisión del gobierno de López Obrador de que la ‘verdad histórica’ del caso no tiene fundamento) en este mundo de mentiras que se construyó”.
Ricardo Raphael
, director del Centro Cultural Universitario Tlatelolco y columnista de EL UNIVERSAL, criticó que en la prensa mexicana hizo falta una investigación que abonara a destruir la ‘versión histórica’ que el gobierno del expresidente Enrique Peña Nieto defendió incluso ante instituciones internacionales, y pidió disculpas a los padres por eso.
“Llegamos a este quinto año con mucha ira respecto al ejercicio de mi oficio. Los periodistas fueron usados como gatilleros para repetir la mentira histórica, fuimos los medios cómplices de la obstrucción de justicia, fuimos partícipes de la negación de verdad. Se tiene que pedir una disculpa por esa investigación que no hemos hecho”,
dijo.
Ángela Buitrago, exintegrante del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), reconoció en la persistencia de los padres, y en su decisión de seguir la lucha, los avances para que en México se hayan encontrado cerca de 148 cuerpos de personas desaparecidas en todo el país.
“Ayotzinapa se ha convertido en una punta de lanza para luchar contra la indiferencia y en la búsqueda de los desaparecidos en México. Si solucionamos el caso de los 43 pero sigue habiendo desapariciones y sigue actuando el crimen organizado y sigue coludiéndose con autoridades de todo nivel, no hemos hecho nada”,
indicó.
En el evento, jóvenes de preparatorias aledañas a la comunidad de Tlatelolco, volaron papalotes con los nombres de los 43 normalistas de escuela Normal Rural de Ayotzinapa, Guerrero, que sus padres aún esperan encontrar con vida.