En la conmemoración del 50 aniversario de las relaciones entre México y China, académicos y excolaboradores de Luis Echeverría Álvarez reconocieron que, pese a las presiones de Estados Unidos, el expresidente tuvo la visión de estrechar lazos entre nuestro país y el gigante asiático.

En una conferencia organizada por la Universidad de Tijuana se destacaron los grandes beneficios que han traído los intercambios económicos, comerciales y culturales desde 1972.

Jorge Nuño, director del Centro de Estudios Económicos y Sociales del Tercer Mundo; Jesús Ruiz, rector de la universidad; Eugenio Anguiano, primer embajador de México en China, y Yu Yuen, cónsul general en Tijuana, coincidieron en que el grado de cooperación llevó a un nuevo trato bilateral.

Los lazos, afirmaron, se elevaron a nivel de relación estratégica, lo que ha derivado en 100 mil millones de dólares al año, sólo en intercambios comerciales.

Nuño, colaborador cercano del expresidente Echeverría, recordó: “México da un gran salto y decide, con el uso de su soberanía, no alineada, autónoma y no subordinada, a pesar de las sugerencias, muy diplomáticas, de Estados Unidos, todo lo contrario, y aboga por la incorporación de China a la Organización de Naciones Unidas (ONU)”.

Narró que, en 1971, Echeverría decidió asistir a la ONU, donde pronunció un discurso, en el que mencionó que un avance trascendental para realizar el principio de universalidad sería dar la bienvenida “a los representantes de la nación que alberga en su territorio a la cuarta parte de la población mundial”.

También propuso reconocer que la soberanía e integridad territorial de la nación china son jurídicamente indivisibles, lo que dio pauta para que la Asamblea General de la ONU aprobara la admisión de China como miembro.

Destacó que, el 14 de febrero de 1972, México y China establecieron relaciones, lo que se selló en un documento firmado por el embajador mexicano Alfonso García, quien 10 años después ganó el Premio Nobel de la Paz.

Nuño también mencionó que en 1973 Echeverría realizó su primera visita a China. “La hazaña, la epopeya de haber establecido esta relación diplomática trasciende a la historia. México admira mucho a China, y es admirable que en sólo 40 años logró posicionarse como la segunda potencia económica mundial”, dijo.

Agregó que las claves fueron que aprovechó la apertura, cooperación y modernización de su agricultura, tecnología y educación.

Por su parte, Ruiz Barraza destacó el gran avance que ha experimentado China en estos 50 años, para ser una gran potencia económica, mientras que México “se quedó estancado por el mal manejo que se hizo a partir de que Echeverría se fue”.

Señaló que aunque los 100 mil millones de dólares de intercambio comercial con China están muy lejos de los 700 mil millones con Estados Unidos, “si nos abrimos a la inversión asiática, podemos tener una enorme oportunidad.

“Se requiere recuperar la voluntad política que tenía Echeverría de convertir a México en un país de un gran desarrollo industrial. Ojalá las nuevas autoridades y las que vengan entiendan que el futuro es ese”, concluyó.

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