“Queremos mucho al pueblo mexicano, pero rechazamos la actitud hostil del presidente [Andrés Manuel] López Obrador”, dijo en entrevista con EL UNIVERSAL el ministro de gobierno en funciones de Bolivia, Arturo Murillo.

Murillo se refiere a la tensión en las relaciones entre su país y México, que llegaron a su clímax con la orden de expulsión, desde el gobierno de Jeanine Áñez, de la embajadora mexicana, luego de que el viernes pasado la canciller interina de Bolivia, Karen Longaric, denunciara que diplomáticos de la embajada de España fueron a la residencia de Mercado acompañados de personas “encapuchadas” que intentaban ingresar de forma “clandestina” en lo que definió como un “atropello” a la soberanía y un intento por sacar a funcionarios bolivianos del gobierno del expresidente Evo Morales.

México ha denunciado el hostigamiento de fuerzas de seguridad bolivianas en sus sedes diplomáticas y advirtió que denunciará los hechos ante la Corte Internacional de Justicia a Bolivia.

Frente a esta crisis, Murillo afirma que la presencia de elementos armados en los alrededores de la embajada de México en Bolivia —donde está la veintena de asilados bolivianos, algunos de ellos con órdenes de aprehensión de la administración que asumió tras la renuncia forzada de Morales Ayma— sólo es de resguardo.

“Bolivia sólo resguarda la residencia mexicana, pues existen amenazas de quemarla y es nuestra obligación cuidarla. Todos los actos de Bolivia han sido pacíficos, Evo fue el único que recibió refugio (...) y violó las normas internacionales, no respetó convenios y el gobierno de México se lo permitió en una clara violación a tratados internacionales”, expone.

El gobierno de Áñez cuestionó a la administración de Andrés Manuel López Obrador por permitir que Morales Ayma, quien tiene orden de aprehensión en Bolivia por actos de sedición y terrorismo, lo dejara hacer declaraciones políticas, contraviniendo las normas sobre asilo.

Al ser cuestionado sobre qué pasará con Morales Ayma, si elementos de seguridad de Bolivia irán a Argentina o si cree que el actuar de su país tiene que ver con que México no ha reconocido al gobierno de Áñez, dijo: “Bolivia es respetuoso de las leyes y pediremos la extradición de Evo Morales.

“Por supuesto que nos preocupa la cercanía de Evo con el narcotráfico y el terrorismo, y también la cercanía del Presidente de México con la familia de El Chapo. Para nadie es desconocido que lo soltaron y eso nos parece raro”.

El comentario parece aludir al fallido operativo del pasado 17 de octubre para detener a Ovidio Guzmán, uno de los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán Loera, que desató una balacera y que terminó con la liberación de Ovidio.

Respecto a los últimos acontecimientos entre México y Bolivia, donde se percibe una fractura en la relación bilateral de los dos países, el ministro de Gobierno comentó: “Queremos mucho al pueblo mexicano, pero rechazamos la actitud hostil del presidente [Andrés Manuel] López Obrador, y nos preocupa la amenaza, pues el único violador de convenios internacionales fue el gobierno mexicano.

“Nosotros queremos fortalecer las relaciones con México, es un país hermano. Sólo exigimos respeto a nuestro pueblo y un trato de iguales”, agregó.

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