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Los presidentes de México y Colombia clamaron este sábado por unir fuerzas en América Latina para exigir al mundo un enfoque menos represivo en la “fracasada” guerra antidrogas que no ha logrado erradicar el narcotráfico, pese al millonario apoyo de Estados Unidos.
En el marco de una cumbre sobre drogas en la ciudad colombiana de Cali (suroeste), el mexicano Andrés Manuel López Obrador y el anfitrión Gustavo Petro aseguraron que sus países son “las mayores víctimas” de una lucha sin frutos.
“Tenemos la obligación moral y por humanismo debemos de participar en el combate al consumo del fentanilo en EU”, dijo López Obrador, aludiendo a este potente opioide sintético 50 veces más fuerte que la morfina y causante de la peor crisis de drogas en la historia de Estados Unidos, donde el año pasado murieron más de 70 mil personas por sobredosis de esta sustancia.
Petro aludió a los principios de economía para reducir la demanda de sustancias para que caiga el precio: “Para reducir el narcotráfico, hay que reducir la demanda”. Y también de sicología: “¿Cuál es el antídoto contra el consumo de drogas? El amor. La droga reemplaza la falta de afecto y la soledad”, aseguró.
Los presidentes izquierdistas dijeron que la represión enriquece a las mafias, provoca más violencia y no ataca el consumo.
“La política llamada guerra contra las drogas ha fracasado. No sirve”, aseveró Petro en la Conferencia Latinoamericana y del Caribe sobre Drogas, para la Paz, la Vida y el Desarrollo.
Representantes de 19 países coincidieron en unificar voces y exigir un nuevo tratamiento mundial a este flagelo. Pactaron una hoja de ruta en la que se comprometen a un consenso regional en el problema mundial de las drogas en un documento alcanzado en la ciudad colombiana de Cali.
El documento cuenta con 17 puntos donde, entre otros asuntos, se enumeran una serie de compromisos y se habla de la necesidad de “cambiar el paradigma, de reconocer el fracaso de la guerra contra las drogas”.
Y ha sido acordado por autoridades de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.
Por un “nuevo criterio”
López Obrador expuso la necesidad de atender las causas que llevan a los jóvenes a integrar los cárteles y replantear “un nuevo criterio”. El presidente mexicano dijo “no pensar sólo en medidas coercitivas, tenemos que poner por delante el criterio de que la paz es fruto de la justicia”. Tras medio siglo de lucha contra el narcotráfico, Colombia sigue siendo el mayor productor mundial de cocaína, combustible de la violencia que deja más de 9 millones de víctimas.
López Obrador llegó por la noche a Santiago de Chile para participar en los homenajes que se llevarán a cabo por el aniversario de la muerte del presidente chileno Salvador Allende.