En un hecho histórico, una paciente de 54 años de edad recibió el primer trasplante bipulmonar realizado en la historia del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). “Fue todo un proceso que nos llevó tres años de preparación”, destacó el doctor Guillermo Sahagún, que fue quien lo practicó.
Con la ayuda de especialistas de la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) del Hospital de Cardiología número 34 en Nuevo León se llevó a cabo este procedimiento, que tomó seis horas en quirófano.
“Fue una cirugía para la cual el equipo de especialistas acudieron a capacitarse al Hospital Vall d’Hebron, en Barcelona, España, y se desarrolló todo un proceso para la preparación, de la infraestructura y buscar a los pacientes que fueran candidatos para la realización de un trasplante pulmonar, que generalmente son pacientes con enfermedades pulmonares crónicas o en etapa terminal”, detalló el cardiólogo.
El pasado 22 de diciembre inició este programa de trasplante, el único activo en el sector público para quienes padecen enfermedades crónicas pulmonares terminales.
La beneficiaria, oriunda de Tampico, Tamaulipas, fue diagnosticada con enfermedad pulmonar que la obligaba a depender de un tanque de oxígeno y que la incapacitaba para llevar a cabo sus labores como docente.
El donador fue un hombre de 27 años de edad que sufrió de muerte cerebral y sus familiares tomaron la decisión de donar sus órganos.
“Estos son pacientes en los cuales los tratamientos médicos ya llegaron a su límite y la única posibilidad de mejorar su calidad de vida es el trasplante. Se estudiaron varios pacientes que ya teníamos en la lista de espera y la mujer que se eligió para el trasplante bipulmonar fue la primera que se puso en esa lista, y afortunadamente se logró conseguir un donador para este procedimiento”, explicó Guillermo Sahagún.
En la intervención participaron especialistas de neumología, cirugía de tórax, terapia intensiva, trasplantólogos, enfermeras especialistas, enfermeras quirúrgicas, choferes, camilleros, personal de farmacia, de abasto, de higiene y limpieza, entre otros.
En mayo del año pasado, la UMAE 34 obtuvo la licencia de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) para realizar este tipo de procedimiento y convertirse así en la única institución pública que ofrece una nueva alternativa para quienes padecen de enfermedades crónicas pulmonares terminales.
El médico especialista aclaró que el trasplante bipulmonar que se llevó a cabo en el referido hospital del IMSS no fue el primero que se realizó en México, aunque reconoce que sí fue el primer procedimiento que se efectuó en una institución pública.
“Esta fue una operación larga e inicia con el proceso de la procuración. Al anotar a los pacientes que estaban en la lista de espera, esos pacientes estaban a la espera de un llamado y cuando a alguno le llamamos para decirle sobre la existencia de un donador se tiene que ir inmediatamente al hospital para prepararse, mientras que un equipo de médicos se va hacia donde está el potencial donador para obtener los órganos y luego se traslada con quien va a recibir el trasplante.
“Desde luego, son cirugías largas con un proceso de recuperación que también es largo, pero lo que esperamos es la recuperación del paciente, que mejore su calidad de vida”, dijo el cirujano en entrevista con EL UNIVERSAL.
Finalmente, comentó que la expectativa de vida de un paciente que necesita ser trasplantado de un pulmón es corta.
“Hay pacientes que quizá tienen una sobrevida de seis meses o un año, pero una vez que se les trasplanta el órgano tienen una sobrevida mucho mayor que si no hubieran sido trasplantados. Hay pacientes que ya tienen 10 años de haber recibido un trasplante y continúan realizando sus actividades. El trasplante no es para todos, pero quienes han sido beneficiados con un órgano han mejorado su calidad de vida”, indicó.