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Este jueves se dio a conocer que Luis Cárdenas Palomino y Ramón Pequeño , quienes fueron mandos en la Policía Federal al mando de Genaro García Luna , también están acusados en Estados Unidos de recibir sobornos de los cárteles de las drogas en México.
De acuerdo al reporte difundido por la reportera de ProPublica, Ginger Thompson, "estos hombres estuvieron colaborando con (los cárteles) y aceptando sobornos de ellos".
Luis Cárdenas Palomino y Ramón Eduardo Pequeño García, eran considerados como los hombres de confianza de Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública, preso en Estados Unidos por presuntos nexos con el cártel de Sinaloa .
De trato amable, Ramón Eduardo Pequeño García le fue siempre leal a su amigo y exjefe, al que mantenía informado cuando este estuvo al frente de la División de Inteligencia de la Policía Federal en el gobierno del priísta Enrique Peña Nieto .
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Su trayectoria policial se opacó tras la fuga del penal de máxima seguridad del Altiplano del capo sinaloense, Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera ; él era responsable de monitorear la celda de Guzmán Loera, quien salió de la prisión en julio de 2015, a través de un túnel que sus operadores construyeron en la zona del penal federal.
Al frente de la División de Inteligencia, tenía a su cargo el centro de monitoreo del penal del Altiplano.
Tras la fuga del "Chapo" Guzmán, Pequeño García fue reubicado en la División Científica de la Policía Federal, en proceso de extinción, de la que después fue cesado por el entonces secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio .
Cuando García Luna era secretario de Seguridad Pública, Ramón Eduardo fue nombrado jefe de la División Antidrogas, por lo que era el encargado de combatir al cártel de Sinaloa y de seguirle los pasos a Joaquín “El Chapo” Guzmán, al que nunca pudo detener.
En dicha División fue jefe del excomandante de la Policía Federal, Iván Reyes Arzate, quien en Estados Unidos se declaró culpable vender información confidencial al cártel de los Beltrán Leyva , por un monto 3 millones de dólares.
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Al inicio del gobierno de Enrique Peña Nieto, continuó como jefe de la División Antidrogas y tras la salida del comisionado nacional de Seguridad, Manuel Mondragón, se ganó la confianza de Monte Alejandro Rubido, quien lo puso al frente de la División de Investigación, en 2014.
Junto con Luis Cárdenas Palomino, eran considerados la mano derecha de García Luna, detenido en Nueva York acusado de tres cargos de asociación delictva para el tráfico de cocaína y de falso testimonio.
Cárdenas Palomino estuvo al frente de la División de Seguridad Regional y se le consideró el brazo operativo de García Luna.
Fue señalado por Edgar Valdez Villareal, “ La Barbie ”, de recibir sobornos del cártel de los hermanos Beltrán Leyva, actualmente desarticulado.
En diciembre de 2012, Cárdenas Palomino anunció su baja de la Policía Federal para incorporarse a la iniciativa privada. “Las principales motivaciones para iniciar esta nueva etapa son la satisfacción del deber cumplido y mi deseo de retribuir con tiempo el apoyo de mi familia en todos los momentos y condiciones que se derivaron de mi función laboral”, escribió en su página de Facebook.
“Como todo funcionario público, he estado expuesto a las críticas, muchas de ellas estériles y carentes de fundamentos, que además de sugerir conductas delictivas de mi parte, su objetivo era desacreditar la función policial”, señaló.
Hoy el gran jurado en EU acusó a Cárdenas Palomino y a Pequeño García, de colaborar y aceptar sobornos del narco, de acuerdo con Propublica, que señaló a Pequeño como quien supervisaba unidades antinarcóticos investigadas por la agencia antinarcóticos (DEA) y que estaban involucradas con dos masacres que dejaron decenas, quizá cientos de muertos en México.
Las acusaciones no vinculan ni a Pequeño ni a Cárdenas Palomino con esos casos, pero sí hablan de filtraciones de información y dejan claro que ambos estaban ligados a los cárteles del narcotráfico.
rmlgv/rcr