Su biografía institucional en Hacienda era sencilla: Raquel Buenrostro Sánchez . Oficial Mayor.
A Raquel Buenrostro los opositores a la 4T le hicieron fama de ser una mujer dura, la culparon de la crisis de medicamentos en el país, de miles de despidos de burócratas y de provocar la renuncia de Carlos Urzúa al frente de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público .
La recién nombrada titular del Servicio de Administración Tributaria (SAT) por el presidente Andrés Manuel López Obrador era escrupulosa con cada peso del gobierno federal.
Tenía todo el dinero del gobierno en sus manos y contaba con el aval del presidente Andrés Manuel López Obrador para aplicar la “austeridad republicana”.
La Ley Orgánica de la Administración Pública la puso en el cargo para vigilar las compras gubernamentales y para cumplir la meta de ahorrar 200 mil millones de pesos.
Por eso, a decir de López Obrador, a Raquel “la ven con malos ojos” porque es la que tiene la responsabilidad de llevar a cabo las compras y de establecer las condiciones para la contratación de servicios.
“Es una mujer extraordinaria, honesta y que yo respaldo porque está sometida a fuertes presiones”, expresó López Obrador respecto a Buenrostro.
Licenciada en Matemáticas por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y maestra en Economía por el Centro de Investigación y Docencias Económicas (CIDE), Buenrostro habla sobre compras consolidadas , órganos reguladores, ahorros, disminución de costos, simplificación de procesos y demás conceptos económicos que avalan 19 años de trayectoria en el gobierno.
El objetivo de Raquel Buenrostro en Hacienda, según dijo, “es que las compras públicas adquieran una nueva dimensión”. Los apuntes de la titular del SAT indican que el 80% de las compras se hacían sin licitación pública en las pasadas administraciones.
“Tenemos que hacer algo para eliminar a fin de abatir la corrupción y lograr una compra más eficiente, generar ahorros y eficiencias”.
La mujer que manejaba el dinero desde Hacienda era directa: la compra consolidada no es una ocurrencia. Recalcaba que existe a nivel internacional y repetía el discurso: es organizarse distinto para ser más eficiente, para reducir los costos y para combatir la corrupción.
Francia e Inglaterra son sus ejemplos de compras a nivel internacional.
La maestra Buenrostro apostó por un sistema más abierto, más transparente, con mejores condiciones de precio y de calidad.
Además del tema de dinero, Raquel Buenrostro evoca a una transformación cultural que, a decir de ella, “aunque suene lo más simple, es lo más complicado”.
"Llevamos años y años haciendo las cosas de la misma manera.... No sólo es un cambio de administración, sino es un cambio de régimen”, dice.
Buenrostro y el presidente se conocen bien. Durante el mandato de López Obrador en la capital del país, Buenrostro avanzó en su carrera profesional al desempeñarse como directora de la Política Fiscal de la Secretaría de Finanzas del entonces Distrito Federal, de 2000 a 2005, dependencia que también encabezaba Carlos Urzúa.
Asimismo, la economista ha ocupado cargos en la Secretaría de Educación Pública, en la Secretaría de Turismo y como gerente de Planeación y Desarrollo de Pemex Congelación.
Tras la salida de Urzúa de la Secretaría de Hacienda, Raquel Buenrostro adquirió más poder . Se dio a conocer que su maestro le dejó la responsabilidad de promover, diseñar, elaborar, celebrar, suscribir y administrar los contratos para controlar las compras del gobierno.
Un día antes de la renuncia de Carlos Urzúa, en el Diario Oficial de la Federación apareció el acuerdo firmado por el exsecretario de Hacienda , el cual delegó a Buenrostro “la facultad de promover, diseñar, elaborar, celebrar, suscribir y administrar los contratos marco, en términos de los artículos 17 de la Ley de Adquisiciones”.