Monterrey, NL.— Puerta Violeta es un modelo multiagencial que conjunta los esfuerzos de la sociedad civil representada por la agrupación Alternativas Pacíficas y diversas instancias del municipio de Escobedo, para enfrentar el problema de violencia hacia las mujeres y tratar de llevar a cero los feminicidios.
El esfuerzo no sólo es para prevenir y atender los problemas de violencia, canalizarlas hacia un refugio seguro y secreto en caso de que su vida e integridad corran peligro, o acompañarlas en los procesos legales que tengan que emprender, sino también cuando aún sea viable lograr su empoderamiento en condiciones de equidad y convivencia armoniosa en el seno familiar.
Rosy Fierro Campos, directora del proyecto Puerta Violeta, citado por la titular de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, como modelo de lo que se pretende impulsar a escala nacional para apoyar a las mujeres víctimas de violencia, ofreció una entrevista a EL UNIVERSAL para explicar el funcionamiento y objetivos de la institución, inaugurada el 28 de septiembre por la alcaldesa de Escobedo, Clara Luz Flores.
Puerta Violeta que se localiza en la colonia Jardines de Escobedo, tiene conexión directa, física y operativa con el Instituto Municipal de la Mujer. El municipio proporciona el inmueble, equipado y remodelado mediante una inversión de 2 millones de pesos y sostiene una nómina de 200 mil pesos al mes.
Alternativas pacíficas
Con 23 años de experiencia en operar refugios para mujeres violentadas, Puerta Violeta brinda atención especializada de tercer nivel para casos de mayor riesgo.
Desde la recepción, una profesionista atiende a quienes sufren violencia y les da una atención adecuada, para evitar que sean revictimizadas.
La unidad cuenta con una coordinación general, a cargo de Lorena Paredes. Está la unidad de salud, donde se revisa si las mujeres o niños llegan con lesiones, y se les brinda atención inmediata.
También tiene un área de atención jurídica donde se les da acompañamiento legal de principio a fin del procedimiento, por si necesitan presentar una demanda por alimentos o asentar una por lesiones.
En el mismo inmueble se brinda atención sicológica y hay una sala de juegos para niños.
El centro trabaja las 24 horas del día durante los 365 días del año y ahí el personal especializado valora el curso que se dará a cada caso, incluyendo la canalización por parte de Alternativas Pacíficas hacia un refugio secreto y bien resguardado, para dar tranquilidad a las mujeres de que no van a ser ubicadas ni agredidas.
Entre Puerta Violeta y el Instituto Municipal de la Mujer, existe una puerta de seguridad que funciona como “esclusa” y sólo personal autorizado la puede cruzar.
La atención secundaria la lleva a cabo la Unidad de Atención a Víctimas dependiente de la Dirección de Prevención del Delito de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal, que acude a llamadas o reportes de víctimas, las trasladan a Puerta Violeta y muchas veces aseguran al agresor y lo ponen a disposición de la autoridad.
Si no hay detención del agresor, resguardan a la mujer y a sus hijos para que desde Puerta Violeta se realice el proceso de atención, acompañamiento y transición hacia un refugio de Alternativas Pacíficas, que ofrece la atención terciaria.
El Instituto Municipal de las Mujeres también ofrece cursos de un año de duración en corte y confección, cultora de belleza y manualidades. Se busca empoderar a las mujeres, estén o no violentadas, para que obtengan un ingreso económico.
Muchas mujeres, dice Fierro Campos, prefieren soportar violencia con tal de que su esposo no las abandone, preocupadas sobre quién va a mantener a sus hijos, por ello además de darles herramientas para que puedan trabajar, diariamente se atienden entre 20 y 30 mujeres con apoyo sobre desarrollo humano, sicológico, atención sicoemocional, les enseñan cómo poner límites y cómo manejar sus emociones.
En poco más de cinco meses, Puerta Violeta ha atendido a más de 200 mujeres canalizadas por el Instituto. Muchas de las víctimas que han sido transferidas hacia un refugio de Alternativas Pacíficas es porque son originarias de otras entidades y no cuentan con algún familiar en el municipio.
Pero para evitar la violencia hacia las mujeres y los niños, el instituto se enfoca en una perspectiva integral donde incluye a los hombres, dando a atención a la familia para fortalecerla. Próximamente se sumarán a este esfuerzo agrupaciones como Forkados, que ayuda a hombres a no ser violentos.
