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La llamada moda rápida o "fast fashion" ha traído una aceleración sin precedentes de la industria textil, pero también un impacto negativo al medio ambiente por la contaminación que genera, por lo que es importante buscar alternativas de reciclaje, señaló la senadora Geovanna Bañuelos, coordinadora del PT en la Cámara de Senadores.
Por ello propuso reformar la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal para establecer el consumo responsable y reciclaje de ropa y textiles. Así, la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales deberá diseñar políticas sensibilizadoras dirigidas a la población, sobre la importancia del consumo responsable y el reciclaje de la ropa y los textiles.
Y faculta a la Secretaría de Economía a formular políticas de Responsabilidad Extendida del Productor de textiles para que se hagan responsables de la gestión final de la vida útil de sus productos. Es decir, deberán establecer acciones de recolección, reciclaje y eliminación adecuada de prendas.
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Señaló que la industria textil ha experimentado una aceleración sin precedentes en las últimas décadas, impulsada por el auge de la moda rápida y el consumismo, pero no se han tomado medidas para combatir los efectos negativos de este fenómeno.
“Este crecimiento exponencial ha traído consigo un sinfín de consecuencias negativas para el medio ambiente, convirtiéndola en una de las industrias más contaminantes del planeta. En la actualidad el fast fashion representa un desafío complejo que requiere un enfoque integral que involucre a todos los actores de la sociedad”, sostuvo.
Geovanna Bañuelos informó que el fast fashion contribuye con el 10% de las emisiones de dióxido de carbono a nivel mundial, además, de que para la producción de textiles en un año se consumen 93 mil millones de metros cúbicos de agua.
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“Se estima que la industria de la moda es la segunda más contaminante del mundo, el impacto ambiental de dicha industria se extiende por todo su ‘ecosistema comercial’, es decir la afectación al medio ambiente en la cadena de producción, distribución y exhibición hasta la adquisición, los procesos de cuidado y lavado y, finalmente, su desecho”, explica la legisladora.
En este sentido, dijo, resulta necesario impulsar el reciclaje de ropa y mitigar los impactos negativos de esta industria. “Asimismo, debemos apuntar hacia el cambio de pensamiento de los consumidores, ya que ellos son la esencia de la industria textil”.
La iniciativa fue turnada a las comisiones unidas de Gobernación y de Estudios Legislativos, Segunda de la Cámara Alta.
desa/apr