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El grupo parlamentario del Partido del Trabajo (PT) en la Cámara de Diputados va porque el presidente, Andrés Manuel López Obrador regrese al Palacio Legislativo de San Lázaro como titular del Ejecutivo Federal y rinda su Cuarto Informe de Gobierno, el próximo primero de septiembre del 2022.
A través de una iniciativa que presentó la diputada petista Mary Carmen Bernal , el grupo parlamentario busca modificar los artículos 69 de la Constitución, y agregarle un segundo párrafo al artículo 12 del Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso General de los Estados Unidos, para que el Presidente de la República presente el informe del estado general que guarda la Administración Pública Federal de manera presencial.
La legisladora petista busca que el Presidente de la República haga uso de la voz hasta por 20 minutos en la máxima tribuna del país , y el Informe de Gobierno lo reciba el presidente de la Cámara de Diputados hablando hasta por 10 minutos.
“El Presidente de la República, presentará ante el Congreso de la Unión, el informe del estado general que guarda la administración pública, haciendo uso de la voz hasta por 20 minutos y el Presidente de la Cámara de Diputados lo recibirá en términos generales, haciendo uso de la voz hasta por 10 minutos”, define la reforma propuesta.
En su exposición de motivos, la legisladora explica que el informe presidencial reviste una gran importancia en un sistema de pesos y contrapesos , en el que se busca alcanzar una situación de equilibrio entre las tres ramas en las cuales se ha divido la acción gubernamental, por tanto, la asistencia del Presidente de la República ante el Congreso de la Unión, es necesaria para afianzar las relaciones entre estos dos, aunado a que el Congreso es el representante del pueblo motivo por el cual se le debe dar a conocer el estado de la administración pública de México.
La asistencia del titular del Ejecutivo Federal a rendir su informe ante el Congreso de la Unión, lo es con el objeto de “mantener un vínculo de colaboración, respeto y control entre estos dos poderes (principio mecanicista de frenos y contrapesos), que a través del informe se entabla una comunicación entre dichos órganos con la finalidad de que el primero haga saber al segundo de manera detallada y pormenorizada la situación en que se encuentra la administración, las decisiones tomadas y sus motivos, los éxitos, logros, problemas, fracasos, necesidades e intenciones para mantener o modificar el rumbo de las políticas públicas a seguir; y que a su vez el segundo revise, analice, sugiera, recomiende y critique constructivamente el documento presentado, responsabilizándose en tomar las acciones que en derecho procedan”.
“En esa tesitura, la presentación del informe presidencial se considera una forma de control parlamentario, y efectivamente, lo es aún en un sistema presidencial como el nuestro, ya que le permite al órgano legislativo ejercer cierta fiscalización sobre las acciones del presidente y sus subordinados, y este escrutinio si bien no produce directamente consecuencias sobre su permanencia en el cargo o el fincamiento de una responsabilidad, sí lo expone políticamente a él, a su administración e incluso al partido al que pertenezca, ante la opinión pública y la ciudadanía, que en tiempos electorales le puede pasar la factura”, define.
Agrega que la incomparecencia del Presidente de la República, a presentar su informe ante el Congreso de la Unión, ha distanciado a estos dos poderes, obstaculizando la colaboración entre los mismos; aunando a que la responsabilidad del Ejecutivo se ha ido degradando con respecto a las decisiones tomadas en su gestión del año inmediato anterior.
Cabe recordar que el presidente Vicente Fox, fue el último titular del Ejecutivo que acudió al pleno a entregar y rendir su Quinto Informe de gobierno con una ceremonia protocolaria el 1° de septiembre del 2005.
Pero en su sexto y último año, es decir, en el 2006, ya no le permitieron el acceso y se quedó en el vestíbulo de la Cámara de Diputados y tuvo que rendir su informe desde Los Pinos.
En el primer año del presidente Felipe Calderón, es decir, en el 2007, el expanista solo acudió a San Lázaro, y entregó el documento al vicepresidente de la Cámara de Diputados, el panista Christian Castaños, y dio un breve mensaje; y se retiró sin ninguna ceremonia, esto debido a que la oposición acusaba un presunto fraude electoral.
En el 2008 se cambió la Constitución y se eliminó la obligación de que el Presidente de la República asistiera al Congreso de la Unión.
Por eso, desde ese año, los Presidentes en turno, Felipe Calderón, Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador, envían su Informe con su secretario de Gobernación y es el presidente o presidenta de la Cámara de Diputados en turno quien recibe el documento y da cuenta al pleno de que se cumplió con el mandato constitucional.
Y desde ese año, el protocolo es que se abre la sesión de Congreso General a las 17:00 horas, y a las 17:05 se decreta un receso, para que el presidente de la Mesa Directiva, en compañía de los vicepresidentes y los coordinadores parlamentarios, se trasladen al Salón Protocolo de San Lázaro y ahí reciban el documento.
Se recibe el documento y el secretario de Gobernación dirige un breve mensaje a la nación, así como otro de recepción del presidente o presidenta del Congreso de la Unión.
Posteriormente los legisladores regresan al pleno, se reanuda la sesión y se continúa con el posicionamiento de las fracciones parlamentarias, quienes tienen hasta 15 minutos cada una para hablar del estado que guarda la nación.
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kl