Con prisa y dificultades económicas, pasajeros del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) acuden a los dos laboratorios y dos clínicas instalados al momento en la terminal para la aplicación de pruebas PCR y rápidas de Covid-19, que tienen un costo de entre 2 mil 500 y 759 pesos, respectivamente.
La prueba negativa de Covid-19 es requisito indispensable para ingresar a Estados Unidos y diversos países de América Latina y Europa, pero no todas son aceptadas al momento de abordar, lo que ha generado incertidumbre y molestia entre los pasajeros, muchos de los cuales han perdido sus vuelos.
Ayer, Miriam Levan regresaba a su país de origen, Perú, pero al momento de abordar le rechazaron la prueba rápida de antígeno que se practicó en un kiosco del Gobierno de la Ciudad de México.
Se la hizo con horas de anticipación y al momento de presentarla le informaron que no es aceptada por las autoridades peruanas. “Presenté esta prueba, me dijeron que no vale y me asusté porque iba a perder mi vuelvo”, comentó.
“Me hice una prueba en la alcaldía, una prueba de antígeno, prueba rápida, salió negativa, la traje y al momento de embarcar me dicen que esa prueba en Perú no la están validando y me tenía que sacar otra”, relata.
Ante ello, Miriam Levan fue enviada por la aerolínea a un laboratorio instalado en un hotel aledaño a la terminal aérea de la capital del país, en el que desembolsó más de 700 pesos para la prueba rápida, cuyos resultados se los entregaron en 10 minutos.
Mientras esperaba el resultado, la peruana consideró que las pruebas realizadas por el gobierno mexicano, tanto a ciudadanos nacionales como extranjeros, deben ser aceptadas a la hora de abordar un vuelo internacional.
“Me parece acertado [que se pidan pruebas negativas], más aun que el gobierno mexicano se preocupa de dar a todos, nacionales y extranjeros, y eso debería ser válido”.
A la ecuatoriana María Quizhpilema Pichazaca le fueron rechazadas dos pruebas de Covid al momento que intentó subir al avión para retornar a su país.
Se practicó una del Gobierno de la Ciudad de México y otra en un laboratorio privado; sin embargo, se tuvo que aplicar la PCR, la única que acepta Ecuador para poder ingresar a su territorio.
Vino a México a visitar a la Virgen de Guadalupe, pero se quedó sin dinero por lo invertido en las pruebas Covid y los traslados. “Me terminé el dinero que tenía para regresar a Ecuador. Lunes y martes sin comer, me quedé a dormir en el aeropuerto, con frío y con hambre”, relató.
Dijo que llegará sin dinero al aeropuerto internacional de Quito, de donde se tendrá que trasladar vía terrestre a su lugar de origen. “Tengo que salir del aeropuerto, tomar un taxi para que me deje en la terminal de autobús, son ocho horas y no tengo dinero. Me han rechazado tres pruebas”.