En septiembre de 2020, en medio de la pandemia de Covid-19, la Escuela Primaria Carlos Darwin sufrió un robo, y en aquella ocasión sólo se llevaron dos tablets que estaban en un anaquel, pero el 10 de mayo el plantel, ubicado en el Cerro de la Estrella, pasó por un asalto más, en el que sustrajeron equipo de cómputo y un proyector que fue donado por la profesora Norma Rodríguez.
“No entendemos cómo es que la Secretaría de Educación afirma que los niños pueden regresar a clases, no sólo es el riesgo de contagio, no hay condiciones. Falta agua potable, no tenemos luz, hay plaga de ratas, salones que huelen a orina, y eso no se soluciona con limpiar y ya, son daños estructurales que deben atender antes de pensar en un regreso presencial”, dijo a EL UNIVERSAL.
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A casi un mes del hurto, el personal de la escuela no sabe con certeza el monto al que asciende el robo, pues a la hora de denunciar les indicaron que no podían entrar en donde ocurrió el delito porque invalidarían las pruebas; a la fecha, los peritos no han acudido.
Según Luis Humberto Fernández, titular de la Autoridad Educativa en la capital, en todos los casos en los que las escuelas fueron objeto de robos se levantaron denuncias en la Fiscalía General de Justicia pero Norma, quien también se desempeña como directora del turno vespertino, aseguró que en su caso de nada les valió denunciar.
“La escuela va a poner casillas (...) cómo le hacemos con la vigilancia, eso quién lo va a pagar. Del regreso a clases mejor ni hablamos, no hay condiciones, no sólo lo sanitario, la seguridad, estamos expuestos ”.
“Hay plaga de ratas, salones que huelen a orina, y eso no se soluciona con limpiar y ya, son daños estructurales que se deben atender”; Norma Rodríguez, profesora.