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politica@eluniversal.com.mx
A partir del 1 de octubre, el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PRI deberá comenzar con la renovación de la dirigencia en la Ciudad de México, proceso que ha prolongado por casi dos años a pesar del mandato del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
Concluido en su totalidad el proceso electoral en la capital del país, el próximo lunes la Comisión Nacional de Procesos Internos del Revolucionario Institucional deberá convocar a una elección para escoger a una nueva dirigencia por cuatro años.
Al menos ya hay tres priístas con la mano levantada: José Encarnación Alfaro, Israel Betanzos y Sergio Jiménez Barrios.
En diciembre de 2012, Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, líder de los pepenadores en la Ciudad de México, llegó a la dirigencia del PRI en la capital del país, misma de la que se separó en 2014, tras un escándalo por encabezar una supuesta red de trata.
Desde entonces, el PRI en la Ciudad de México se ha visto envuelto en una serie de impugnaciones ante la autoridad electoral por la toma de decisiones desde el CEN.
Tras la salida de Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, llegó Mauricio López, quien fue impugnado por la falta de cumplimiento en la equidad que debe existir en el Comité Directivo. Ante ello, se impuso a Mariana Moguel Robles —hija de Rosario Robles— a finales de 2015, para concluir el periodo de Gutiérrez de la Torre en diciembre de 2016.
Pero en aquel año, el PRI no emitió convocatoria alguna para elegir a una nueva dirigencia, por lo que el caso llegó nuevamente al TEPJF. Y aunque el tribunal obligó al partido a convocar elecciones, el CEN argumentó impedimento debido a que el Consejo Político local no había sido renovado.
En sustitución de Mariana Moguel llegó el ex gobernador del Estado de México, Eruviel Ávila, en calidad de delegado, toda vez que el CEN del PRI argumentó estar en proceso electoral y por ello estar impedido a convocar a elecciones internas.
Eruviel Ávila se convirtió después en uno de los coordinadores de campaña del candidato presidencial priísta, José Antonio Meade, y entonces llegó al PRI de la Ciudad de México, el ex gobernador de Hidalgo, Francisco Olvera, quien se queda al frente hasta que concluya por completo el proceso electoral capitalino.