Sin el presupuesto deseado, una confrontación con el gobierno federal y el partido mayoritario en el Congreso, el Instituto Nacional Electoral (INE) dio inicio, de manera formal, al ejercicio de revocación de mandato.
El Consejo General del INE aprobó ayer la emisión de la convocatoria correspondiente, además de que modificó los lineamientos creados para el ejercicio ciudadano, con la finalidad de ajustarlos a lo que el presupuesto le permitirá hacer.
El gasto con el que cuenta (mil 567 millones de pesos), la pregunta que aparecerá en la boleta junto a las opciones de respuesta a elegir, así como el blindaje jurídico, es lo que enmarcará la jornada consultiva.
Lo que no se define aún es el número de casillas a instalar. Los números del INE apuntan a que serán colocadas 57 mil 300 mesas de votación, apenas un tercio de las que debieran montarse.
De acuerdo con la Ley Federal de Revocación de Mandato, deben ser instaladas el mismo número de casillas que en la elección federal anterior, es decir, 161 mil. Sin embargo, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) autorizó al INE llevar a cabo este ejercicio, ajustado al presupuesto con el que cuenta.
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Aprobada y emitida la convocatoria en la cual se invita a la ciudadanía registrada en la Lista Nominal, ninguna autoridad de los tres órganos de gobierno podrá hacer promoción de la revocación. La difusión recae exclusivamente en el INE.
Ayer el INE llevó a cabo sesión extraordinaria del Consejo General. Tomó más de tres horas discutir todo lo relacionado con la consulta popular.
Las confrontaciones verbales no estuvieron ausentes. Consejeros recriminaron la falta de recursos; la oposición lamentó que se lleve a cabo un proceso costoso y que solamente pidieron el partido gobernante y el gobierno federal; en tanto, Morena alegó que sí hay dinero en las arcas electorales, por lo cual se deben colocar la totalidad de las casillas marcadas en la ley.
El camino para llegar hasta lo que se tiene hoy, señaló Lorenzo Córdova, ha sido complejo, no exento de obstáculos y trabas.
“A cada paso que el Instituto Nacional Electoral ha dado para hacer posible este inédito ejercicio de democracia directa ha correspondido una traba o un obstáculo interpuesto por quienes se dicen interesados en que el ejercicio ocurra.
“Y en el colmo del absurdo, al mismo tiempo se ha desplegado una campaña desde circuitos gubernamentales para acusar a los consejeros del INE de pretender obstaculizar la revocación, llegando al extremo, incluso, desde la presidencia de una de las dos Cámaras, de pretender encarcelar a siete integrantes de este consejo”, reclamó.
El consejero Martín Faz advirtió sobre la situación grave e inédita que vive el INE por la insuficiencia presupuestal.
El diputado de Morena, consejero del Poder Legislativo, César Hernández, cuestionó que se vaya a reducir el número de casillas, que la gente hará fila para emitir su voto y no se cuidará la sana distancia.
“¿Ahora sí les preocupa la sana distancia?”, cuestionó el diputado del PAN Humberto Aguilar Coronado.
Entró entonces el representante de Morena, Mario Llergo, quien acusó al INE de ser la única instancia de oponerse e intentar sabotear el ejercicio.
Llergo arrancó un debate en el que las matemáticas salieron a relucir. Y es que afirmó que el INE tiene 2 mil 91 millones de pesos para llevar a cabo la consulta, por lo cual ha exigido que se instale la totalidad de casillas que se requieren (161 mil).
El organismo, explicó Córdova Vianello, tiene en disponibilidad mil 567 millones de pesos para llevar a cabo el ejercicio de revocación de mandato.
Llergo insistió que en un recién acuerdo aprobado por el Consejo General se expuso que el instituto cuenta con 2 mil 91 millones para la revocación.
“Las matemáticas no fallan”, exclamó el consejero Ciro Murayama. Detalló que inicialmente el INE presupuestó que la revocación tendría un costo de 3 mil 830.4 millones de pesos.