A pesar de que —con el confinamiento obligado por la pandemia— aumentó el número de víctimas que buscaron ayuda en la red nacional de que enfrentan violencia intrafamiliar, el presupuesto que reciben esos espacios se mantuvo estancado.

A la Red Nacional de Refugios (RNR), que actualmente cuenta con 79 espacios para proteger a víctimas de violencia intrafamiliar, le fueron asignados 346 millones de pesos en 2019, año previo a la pandemia.

Se incrementó a 405 millones de pesos para 2020, mismo monto que recibió en 2021; es decir, en los dos años en los que el país ha enfrentado un confinamiento obligado por Covid-19.

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El presupuesto tuvo un repunte de 3.7% para 2022, al asignarse 420 millones de pesos para la red, porcentaje que se ha visto rebasado por efecto de la inflación, que alcanzó 7.36% en 2021 y que se prevé de 4.22%.

Además, la RNR experimentó un aumento en el número de personas que buscaron refugio en espacios de protección.

En 2019, atendió a 33 mil 400 víctimas, mientras que 46 mil 514 personas obtuvieron refugio en 2020, es decir, un aumento de 39%. Para 2021, el número fue de 45 mil 490.

El pasado 31 de diciembre, EL UNIVERSAL publicó que los delitos de violencia familiar y violación, que afectan principalmente a mujeres, cerraron el año con máximos históricos en número de carpetas de investigación abiertas.

De enero a noviembre, sumaron 233 mil 978 registros por violencia familiar. Cuando, según las estadísticas, en 2015, se contabilizaron 127 mil 424; 2016, 153 mil 893; 2017; 169 mil 579; 2018; 180 mil 187; 2019; 210 mil 188, y 2020, 220 mil 031.

“Nos rebasa la situación económica”

Para la RNR, el promedio de 400 millones de pesos anuales que ha recibido en los últimos tres años, además, se ha visto rebasado por la inflación.

“Sabemos que hay una inflación tremenda y lo que esperamos es que se haga una asignación de este presupuesto con enfoque de género, considerando las especificaciones de cada uno de los refugios en su contexto.

“Hay algunos que requieren aire acondicionado o calefacción”, señala Wendy Figueroa, directora de la red.

En entrevista con EL UNIVERSAL, explica que ya se habilitó la plataforma en la que las ONG e instituciones gubernamentales que tienen refugios presenten sus proyectos para participar y obtener los recursos para seguir operando.

La RNR es una organización sin fines de lucro que inició actividades en 1999, constituyéndose legalmente en noviembre de 2004, para brindar seguridad, atención integral y especializada a mujeres con hijos en situación de violencias de género.

Representa 70% del total de los espacios libres de violencia (incluyendo los gubernamentales y los de la sociedad civil) y actualmente cuenta con 79 refugios, distribuidos en las 32 entidades de la República.

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En esos lugares, a las mujeres y a sus hijos se les brinda alimentación, ayuda sicológica y médica por tres meses, periodo que puede extenderse por más tiempo, dependiendo de la recuperación que presenten.

En México, de acuerdo con la RNR, ocho de cada 10 mujeres son agredidas en casa; 77% son víctimas de violencia sicológica y física; 72%, violencia sexual, y 63%, económica.

“Las mujeres en muchas ocasiones llegan a estos sitios referidas por instituciones gubernamentales, institutos, centros de atención y también por comunicación de voz”, dice Figueroa.

Asegura que en época de pandemia el ingreso de las mujeres, en muchas ocasiones acompañadas por sus hijos, se disparó. “Esto te refleja que las violencias no están en confinamiento”.

Agrega: “Las violencias contra las mujeres, específicamente en el ámbito familiar, es resultado de la normalización de estas violencias, de la justificación de las mismas, de las brechas de desigualdad y discriminación (...) esto se presenta en el espacio privado: en la familia.

“La violencia familiar es la antesala a los feminicidios. Son estas violencias que se naturalizan, que se justifican y que se minimizan, lo que lleva a muchas a que no alcen la voz.

“Hay 40% de mujeres que denunciaron y que fueron víctimas de feminicidio. Atender estas violencias es vital para evitar más feminicidios”, expone.

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