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Los presidentes de México, Enrique Peña Nieto; de Guatemala, Jimmy Morales, y de Honduras, Juan Orlando Hernández, acordaron establecer la “Operación Retorno Seguro”, con la que inició el regreso ordenado a su país de integrantes de la Caravana Migrante que llegó a la frontera de Guatemala con México.
En una conversación telefónica que tuvo Peña Nieto con Morales y Orlando Hernández, “los tres mandatarios reiteraron su compromiso con la solución de la situación en la frontera, en un marco de pleno respeto a los derechos humanos de los migrantes, así como del pleno ejercicio de la soberanía de cada uno de sus países.
“Coincidieron en la importancia de trabajar para impulsar un desarrollo económico y social que brinde oportunidades a los migrantes en sus países de origen”, expresaron en un comunicado de la Presidencia de la República.
En el mensaje se informó que el presidente Enrique Peña Nieto reiteró que toda persona que quiera ingresar a nuestro país podrá hacerlo, siempre y cuando cuente con los documentos de viaje y la visa correspondiente.
Además, el titular del Ejecutivo destacó que todo aquel que ingrese a México puede solicitar, de manera individual, el reconocimiento como refugiado y para asistir en la atención a los migrantes se ha solicitado el apoyo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
En un comunicado conjunto, las secretarías de Gobernación y Relaciones Exteriores informaron que al menos 900 migrantes, que integran la caravana hondureña y que buscaron ingresar a México por cruces no formales, como el río Suchiate, fueron rescatados y serán sujetos a procedimiento administrativo de la legislación mexicana y, en su caso, serán repatriados a su lugar de origen.
Además, de los cerca de los 4 mil 500 migrantes que llegaron a la frontera sur, 500 han aceptado retornar a su lugar de origen de manera voluntaria.
Las secretarías de Gobernación y de Relaciones Exteriores dieron a conocer que se ha atendido a los extranjeros que hasta ayer se encontraban en el Puente Fronterizo Dr. Rodolfo Robles, entre México y Guatemala, y fueron canalizados de manera ordenada y segura 640 personas a las instalaciones del Instituto Nacional de Migración (INM), dando prioridad a grupos familiares, en particular con niños, niñas, adolescentes, mujeres, embarazadas y adultos mayores.
El presidente Morales dijo que “se estima que aproximadamente entraron entre 5 mil y 5 mil 400 personas a territorio guatemalteco. También, tenemos cifras preliminares de que aproximadamente 2 mil, un poco más, un poco menos, pero son cifras que se deberá ir compaginando con Honduras, ya han sido retornadas de forma segura a territorio hondureño”, añadió en conferencia de prensa.
Después, el gobierno de Honduras emitió un comunicado en el que cifró en mil 900 los hondureños de la caravana que han regresado al país centroamericano, y añadió que otros 490 se preparan para el regreso.
La Casa del Migrante aseguró haber atendido a unos 10 mil migrantes. Al preguntarle sobre esa cifra, el secretario de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres de Guatemala, Sergio Cabañas, dijo que por ahora no hay el detalle exacto, pero que se trabaja para verificar la “cifra exacta”.
Morales también informó de la muerte en Guatemala de un migrante hondureño que cayó de un vehículo en una carretera hacia la frontera con México. Es el primer deceso que se conoce en esta caravana.
Los presidentes evitaron referirse a testimonios de migrantes de que la pobreza y la violencia obliga a los ciudadanos a dejar sus países. “Tenemos necesidades, pero tenemos que unir esfuerzos para superarlas. Tenemos un paquete de oportunidades para los hondureños, dependiendo lo que deseen hacer con sus vidas”, enfatizó Hernández.
El presidente hondureño sostuvo que grupos con motivaciones políticas “se aprovechan de la necesidad de las personas” y utilizan para sus fines particulares “la desgracia de las personas”.
Por su parte, Morales coincidió en que la movilización de hondureños que cruzó Guatemala rumbo a Estados Unidos “va más allá de un tema migratorio”. El gobernante guatemalteco dijo que se trata de un asunto “donde muchas personas, con fines políticos o lo que se pretenda, están aprovechando para violentar las fronteras, la buena fe de los Estados y poner en riesgo a las personas”.
