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Soto la Marina, Tamps.— Un nuevo llamado hizo ayer el presidente Andrés Manuel López Obrador a la delincuencia: les pidió que “le bajen y que se porten bien”, pero también mandó “al carajo” a los criminales.
Al concluir una gira de dos días para revisar el estado de los hospitales rurales de Tamaulipas, el Titular del Ejecutivo reconoció que existe un problema con la delincuencia organizada en la región norte del estado.
“Ahora tenemos más problemas allá, en la frontera, en Nuevo Laredo. Hay un grupo ahí que está muy beligerante y lo estamos llamando a que le baje y a que ya todos nos portemos bien. Ya al carajo la delincuencia. Fuchi, guácala. Es como la corrupción: fuchi, guácala”, expresó.
Al sostener un diálogo con la comunidad del hospital rural de Soto la Marina, aclaró que si bien en Tamaulipas se ha avanzando en reducir la incidencia delictiva, el problema persiste.
“En el caso de Tamaulipas, que tiene mucho potencial, se está avanzando en algo que es fundamental: garantizar que haya seguridad, que haya paz. Y se ha avanzado.
“No estoy diciendo que no hay problemas, claro que hay, pero estaba peor, o sea, estaba muy difícil, ustedes lo saben; [sin embargo] ha ido bajando, se ha ido serenando la situación social. Hay menos inseguridad”, expresó.
Criticó que en las series de televisión se hace pensar que los delincuentes tienen prestigio y hasta “tiran aceite”: “Es una situación totalmente irreal, pura fantasía de residencias, de autos último modelo, de ropa de marca [que] usan los delincuentes, muchachas y muchachos guapos [con] mucho poder [y que] someten a las autoridades”, criticó.
El Mandatario reiteró que las mamás son las que sufren más, por lo que garantizó que habrá trabajo y educación para los jóvenes. Dijo que la verdadera felicidad es estar bien con uno mismo, con la conciencia y con el prójimo: “Lo otro es felicidad pasajera, efímera, transitoria, un lujo barato, y eso no conduce a nada bueno”, puntualizó.
Ante los abucheos contra el gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, el Presidente pidió a los asistentes que “le bajaran”.
“Parecen ustedes mis paisanos, se calientan rápido”, bromeó López Obrador.