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“Presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, ¿a qué vino al Senado? He visto que mis compañeros Sylvana Beltrones, Kenia López, Emilio Álvarez le han estado haciendo preguntas puntuales y específicas. Usted no sólo no contesta, ni siquiera se inmuta ante los cuestionamientos. ¿A qué vino, presidenta? ¿A cumplir con la formalidad? ¿Vino usted de paseo o vino a comer cacahuates?, cuestionó la senadora del PRI Claudia Anaya a Rosario Piedra Ibarra, quien estaba más atenta a la botana que a las críticas sobre su gestión y las peticiones de la oposición para que renuncie.
Comparecencia ríspida, la oposición le cuestionó todo: su silencio frente a la militarización, el asesinato de más de 40 periodistas en México, los más de 130 mil desaparecidos, la falta de medicinas para niños con cáncer y su recomendación contra el INE, pero sobre todo actuar como una “empleada” del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Molesta por el desdén de la hija de la luchadora social, la zacatecana Claudia Anaya le recordó su triste papel en favor del inquilino de Palacio Nacional con la recomendación emitida contra el INE por hechos que sucedieron en 1952, antes de su creación, y le exigió retirarla.
“La Comisión Nacional de los Derechos Humanos carece de facultades para intervenir en estos temas y por tanto no es procedente la recomendación que se cita”.
Un poco antes, Emilio Álvarez Icaza, coordinador del Grupo Plural, inició el rosario de críticas a la funcionaria, que sólo fue arropada por los llamados duros de Morena, ya que personajes como Olga Sánchez Cordero, exministra de la Corte, quien la ha criticado por su defensa en favor de los deudores alimentarios, prefirió no ser parte de sus defensores.
“La legitimidad de su encargo está dañada de origen y eso nos afecta a todos”, recriminó el exsecretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la emplazó: “¿Hasta dónde y hasta cuándo la indignidad para ocupar un cargo que todos los días desprecia con su conducta?”.
Aseveró que su gestión se resume en tres palabras: sumisión, omisión y escándalos. Como consecuencia, “todas las víctimas están más desprotegidas”.
La panista Kenia López leyó un decálogo de todo lo no hecho por la funcionaria en defensa de los derechos humanos en el país:
“No ha levantado la voz ante la falta de medicamentos, nunca. Nunca se atrevió a defender a los niños con cáncer. En lugar de defender a las mujeres y a los niños de México, usted tomó partido por los deudores alimentarios”.
En los escaños, senadores panistas exhibían carteles en color guinda y negro donde se leía: “Rosario empleada de AMLO” y “CNDH subordinada a AMLO”.
Rosario Piedra Ibarra, casi al final de su comparecencia, respondió al tema del INE y expuso que emitió la recomendación general 46/2022 el 30 de octubre pasado contra el INE, porque “no queremos que vuelvan los tiempos de las elecciones controladas por el gobierno o por un partido, no queremos que se repitan los fraudes electorales que han marcado buena parte de nuestra historia”.
Con un documento en mano que le fue pasado por sus asesores, continuó: “La recomendación general 46/2022 no se puede retirar, pido se lea y se comprenda. No aborda la materia electoral, no se inmiscuye en las funciones del INE ni pretende rectificar sus decisiones, lo que pretende es incidir en una transformación del sistema democrático para fortalecer las instituciones”.
“Queremos la garantía de contar con un órgano autónomo de cualquier poder constituido o fáctico, legal o supralegal, que asegure la transparencia electoral y el recuento efectivo de los votos; que se elimine por completo el control gubernamental y la prevalencia de los intereses partidistas. No queremos que vuelvan los tiempos de las elecciones controladas por el gobierno o por un partido, no queremos que se repitan los fraudes electorales que han marcado buena parte de nuestra historia”, aseveró.
La ombudsperson defendió su gestión al frente de esa instancia frente a los severos cuestionamientos. Incluso, retó a los senadores de oposición a que la denuncien por su mala gestión.
“Si hay delitos o infracciones que denunciar sobre mi actuación o la de alguno de mis colaboradores, espero que interpongan las acciones ante las autoridades que corresponden”, pareció retar.
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