La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo presentó el Plan Nacional Hídrico, el cual busca que deje de verse al agua como una mercancía y sí como un derecho, por lo que anunció que ordenarán las concesiones que se han entregado para la explotación del líquido.
Con una inversión de 20 mil millones de pesos, la Mandataria federal indicó que el nuevo Plan Nacional Hídrico se basará en cuatro ejes fundamentales: política hídrica y soberanía nacional; justicia y acceso al agua; mitigación del impacto ambiental y adaptación al cambio climático, así como gestión integral y transparente.
Afirmó que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) ha sostenido diálogo con industriales que tienen concesiones de agua, pero que no las están usando y quienes están dispuestos a regresarlas de forma voluntaria.
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“El agua deja de verse como una mercancía y se reconoce como un derecho, esa es una de las esencias del Plan Nacional Hídrico. Se deja atrás la visión neoliberal.
“Ya había iniciado con el presidente López Obrador, pero le vamos a dar un impulso mayor a recuperar el agua como un bien de la nación y como un derecho humano”, recalcó.
“¿Qué tiene de esencia? Uno, ordenar las concesiones. Hay usuarios que tienen una concesión de agua, pero no la usan, en algunos casos hasta la venden. Entonces, ¿quién se beneficia de esa concesión? El particular. Entonces, lo que queremos es que esa agua que no se usa se le regrese a la nación para que se pueda disponer de ella, porque hasta los municipios tienen la concesión de agua. El agua le pertenece a la nación”.
La Jefa del Ejecutivo federal detalló que el nuevo plan también buscará la eficiencia del riego agrícola a través de su tecnificación, permitiendo mayor productividad en el campo y más disponibilidad de agua; implementación de un plan maestro entre el gobierno federal, estados y municipios para desarrollo de infraestructura de agua potable.
También se impulsarán proyectos estratégicos que atiendan regiones y destinen el recurso hídrico donde hay mayor necesidad de acceso al derecho humano al agua, y el saneamiento de diversos cuerpos de agua, entre ellos, los ríos Lerma-Santiago, Atoyac y Tula.
Detalló que una de las primeras acciones del Plan Nacional Hídrico será la firma del Acuerdo Nacional por el Derecho Humano al Agua y la Sustentabilidad, que se realizará el lunes 25 de noviembre, con la participación de distritos y unidades de riego, de principales consumidores industriales, instituciones académicas y de investigación, comunidades usuarias y el gobierno en sus distintos niveles.
Revolución
En Palacio Nacional, Efraín Morales López, director general de Conagua, explicó que el plan también comprende promover reformas a la Ley de Aguas Nacionales con algunos cambios en el tema de transmisiones, empleo y cuotas de garantía para terminar con cualquier tipo de especulación y de mercado alterno.
Además, se promoverá la expedición de la nueva Ley General del Agua y se contará con un Registro Nacional de Agua para el Bienestar que concentrará la información en una base de datos única; una ventanilla de entrada.
Añadió que uno de los objetivos es tecnificar 200 mil hectáreas de riego con un uso más eficiente del agua en el campo, lo que beneficiará la economía de más de 225 mil productores y a todo el pueblo de México: “Vamos a producir más alimentos con menos agua”.
Julio Berdegué, secretario de Agricultura, afirmó que el plan del gobierno federal será una revolución que además del cuidado del agua, dará un impulso a la producción de alimentos.