El PRD camina hacia 2024 como un partido debilitado, sin gubernaturas y con pocos electores.
El partido del sol azteca, que nació en 1989 como una alternativa de izquierda, hoy está en riesgo de desaparecer.
Surgió tras la “caída del sistema”, cuando en 1988 Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, contendiente a la Presidencia de la República por el Frente Democrático Nacional, perdió las elecciones luego de un controvertido proceso y fue ese personaje quien se convertiría en el dirigente nacional del PRD.
Andrés Manuel López Obrador se unió al PRD y lo dirigió de 1996 a 1999; después lo abandonó para crear Morena. Durante los últimos años, el PRD ha gobernado 12 entidades en diferentes momentos, entre ellas Quintana Roo, Tlaxcala, Zacatecas, Ciudad de México, Baja California Sur y Michoacán, por mencionar algunas.
La debacle del partido comenzó en 1999, cuando Cárdenas Solórzano dejó el gobierno del Distrito Federal para contender nuevamente por la Presidencia de la República, ahora bajo las siglas del PRD. Esa acción provocó que Porfirio Muñoz Ledo, miembro fundador, abandonara al partido, ya que él también quería buscar la candidatura.
Desde entonces, en el PRD se ha suscitado una serie de fracturas y creación de tribus que mermaron sus filas. En 2018, antes de la llegada de López Obrador a la Presidencia, contaban con cinco gubernaturas; sin embargo, hoy no gobiernan ningún estado y su último bastión, Michoacán, lo perdió con Morena en las elecciones del 6 de junio de 2021, mientras que Quintana Roo, que dirigía en conjunto con el PAN, lo perdió el pasado 5 de junio.
En el Congreso federal la presencia del PRD también se ha visto reducida.
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