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Todos... diputados, senadores y hasta ciudadanos exigían respuestas. Todo estaba listo en la Cámara de Diputados para que los funcionarios federales encargados de la estrategia del combate al robo de combustible, que trajo consigo desabasto de gasolinas, dieran explicaciones.
Pero Carlos Urzúa, titular de Hacienda; Rocío Nahle, secretaria de Energía, y el director de Pemex, Octavio Romero Oropeza, simplemente no llegaron a la cita con integrantes de la tercera comisión de la Permanente, cancelaron sus comparecencias de última hora y dejaron sus sillas vacías en la Cámara de Diputados; “Nos plantaron”, “es un insulto”, “un desdén”, “un desaire” y “una falta de respeto”, aseguraron, molestos, los legisladores de la oposición que integran PAN, PRI, PRD y MC.
El único despistado, o a quien no le avisaron de la cancelación de las comparecencias, fue al titular de Profeco, Ricardo Sheffield, quien sí acudió a la cita, pero se retiró al ver que ninguno de sus compañeros llegó.
Las cuatro sillas quedaron vacías y los diputados decidieron llevar a cabo la reunión aún sin funcionarios. García Escalante lamentó que hasta las 8:20 horas se les informara, vía electrónica, que la reunión no se llevaría a cabo y fue a las 9:15 horas cuando conoció un acuerdo de la Subsecretaría de Enlace Legislativo y Acuerdos Políticos de la Secretaría de Gobernación, donde se les informaba que no podrán acudir a la reunión de trabajo.
El “plantón” generó la molestia: la oposición exigió renuncias y protestó con papeletas que tenían la leyenda “#DenLaCara”; en cambio, los legisladores de Morena, PT y Encuentro Social justificaron la ausencia debido a que estaban atendiendo la emergencia.
El coordinador de Morena en San Lázaro, Mario Delgado, ofreció una disculpa a nombre de los funcionarios y se comprometió a reagendar la reunión, pero explicó que todo se debió a que hubo sabotaje, otra vez, en el ducto de Tuxpan-Azcapotzalco.
Por su parte, el coordinador del PAN en San Lázaro, Juan Carlos Romero Hicks, calificó la ausencia como un pésimo mensaje para el país y sus instituciones.
La vicepresidenta de San Lázaro, la priísta Dulce María Sauri, cuestionó si el desaire no tendría que ver más con una protección a los funcionarios del sector energético, quienes han sido incapaces de dar una explicación coherente. El senador priísta yucateco Jorge Carlos Ramírez Marín fustigó: “No me imagino al director de Pemex tapando un ducto de gasolina, no me lo imagino chapoteando combustible”.
Choque. Este tema desató un encontronazo entre el presidente de la Comisión Permanente, Porfirio Muñoz Ledo, y el priísta, Héctor Yunes. “Desde entonces, en todas las grandes empresas de Estado hubo contubernios para sacar dinero. El caso de Pemex, ¿cuánto le encontraron a Joaquín Hernández Galicia? ¿Cuánto le encontraron a Emilio Lozoya? ¿Cuánto le encontraron a Pemexgate? Estas son historias antiguas que debemos investigar, no mendigar respuestas que nunca las vamos a tener. Investigar conforme a las facultades constitucionales”, dijo Muñoz Ledo.
El tema se trasladó después a los senadores. Miguel Ángel Osorio Chong, coordinador del PRI; su homólogo del PAN, Mauricio Kuri, y Miguel Ángel Mancera, del PRD, exigieron a la secretaria de Energía, Rocío Nahle, y al director de Pemex, Octavio Romero, dar “la cara” por este tema.