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Washington.— El gobierno de Donald Trump “es consciente” de la revisión de los acuerdos bilaterales que ordenó el presidente de México, Enrique Peña Nieto, dijo ayer a EL UNIVERSAL una portavoz de la oficina para el hemisferio occidental del Departamento de Estado de Estados Unidos, quien se limitó a remarcar que ambos países “trabajan de forma cooperada en un amplio rango de temas”.
“Siempre estamos buscando mejores formas de coordinarnos en nuestros objetivos compartidos, incluyendo esfuerzos para mejorar la gestión fronteriza”, agregó la funcionaria a través de un correo electrónico, haciendo hincapié en que México es “uno de los socios más cercanos y mejor valorados” por la Unión Americana.
En México, la embajadora de Estados Unidos, Roberta Jacobson, tuvo un encuentro privado con autoridades de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), para hablar sobre el despliegue de la Guardia Nacional en la frontera.
El lunes pasado, el canciller Luis Videgaray dijo que llamaría a consulta a la embajadora Jacobson para que explique la decisión de su gobierno de enviar a militares a la frontera entre ambos países.
Videgaray Caso explicó que la reunión serviría también para conocer las aseveraciones del presidente Trump acerca de las violaciones a los derechos humanos que pudieran sufrir migrantes centroamericanos en su tránsito por México.
En un comunicado, la SRE señaló que la reunión fue encabezada por el subsecretario para América del Norte, Carlos Sada Solana, y el subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Rafael Adrián Avante Juárez.
De acuerdo con fuentes diplomáticas, la funcionaria estadounidense estuvo un par de horas en las oficinas de Relaciones Exteriores, y a las 11:40 su camioneta y su comitiva dejaron el inmueble ubicado en avenida Juárez.
En la reunión, Jacobson debió ahondar sobre los motivos y razones que tiene el gobierno de Estados Unidos para enviar a militares a realizar labores de vigilancia en la frontera entre ambas naciones.
El presidente Trump ha planteado enviar entre 2 mil y 4 mil militares de la Guardia Nacional a la frontera con México.
La ley estadounidense prohíbe usar a los militares para tareas de seguridad y orden público a nivel nacional, por lo que los miembros de la Guardia Nacional tendrán un papel limitado y no podrán dedicarse a detener inmigrantes que lleguen a la zona limítrofe, de acuerdo con la secretaria de Seguridad Interior de Estados Unidos, Kirstjen Nielsen.
La reunión entre Videgaray y Jacobson ocurrió luego que el domingo pasado, el presidente Enrique Peña Nieto pidió a todos los funcionarios de su gabinete que revisen los convenios que tienen con sus contrapartes en Estados Unidos.
El presidente Peña Nieto instruyó a cada una de las dependencias a evaluar, de la mano con la Cancillería, los instrumentos de cooperación vigentes que tengan con el gobierno de EU.
Ello, para conocer el avance de los compromisos que cada dependencia tiene bajo su encargo.