Un tribunal federal ordenó frenar la construcción del Aeropuerto Internacional de Santa Lucía hasta que el gobierno compruebe que tiene los dictámenes y permisos ambientales para garantizar que no afectará al medio ambiente.

El Primer Tribunal Colegiado en materia Administrativa en el Estado de México concedió la suspensión a Juan Ramón Morera Mitre, director de la empresa textilera Novalan, S. A. de C. V.

En principio, Morera Mitre tramitó un amparo en contra de la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), obra que se construiría en Texcoco y que fue cancelada y sustituida por la de Santa Lucía.

En el juicio de amparo, el juez Cuarto de Distrito del Estado de México negó la suspensión, porque consideró que Morera Mitre no tenía un interés legítimo en la tramitación del juicio.

Ante esta resolución, el empresario presentó un recurso de queja que fue resuelto durante la sesión extraordinaria del Primer Tribunal Colegiado en materia Administrativa, el pasado 30 de mayo.

En su demanda, Juan Morera Mitre argumentó que la ejecución del Aeropuerto de Santa Lucía se materializó sin contar con las autorizaciones y permisos en materia de impacto ambiental.

Los magistrados del colegiado, en su resolución, consideraron que, de no concederse la suspensión, se podrían ejecutar los actos reclamados de manera irreparable para la sociedad y en perjuicio del medio ambiente.

“Se concede al quejoso la suspensión provisional de las consecuencias de los actos reclamados, para el efecto de que se detenga la construcción del Aeropuerto Internacional de Santa Lucía, hasta que sea factible verificar que la obra cuenta con los dictámenes y permisos ambientales conducentes, a fin de garantizar que no afectará el medio ambiente”, resolvió el colegiado.

En consecuencia, la medida prevalecerá hasta que el juez de Distrito resuelva sobre la suspensión definitiva, y si la concede, ésta permanecerá vigente hasta que se dicte sentencia en el amparo.

“Es de capital importancia precisar que la suspensión provisional, así concedida, no hace más que proteger el medio ambiente, conforme a los principios de precaución, indubio pronatura, no regresividad, razonabilidad y flexibilidad, anteriormente desarrollados en la presente ejecutoria; de forma que no se prohíbe la construcción del Aeropuerto Internacional de Santa Lucía, sino que única y exclusivamente se concede la medida cautelar para que su construcción se paralice hasta en tanto se verifique que cuenta con los dictámenes y permisos ambientales conforme a las leyes y reglamentos correspondientes [pues justamente la parte agraviada se duele de que las autoridades responsables pretenden llevar a cabo esa obra de infraestructura, sin contar con los dictámenes, licencias, permisos o autorizaciones en materia de impacto ambiental que permitan su consecución]”, precisa la sentencia del tribunal.

La cancelación del aeropuerto de Texcoco fue una de las primeras grandes decisiones del gobierno federal de Andrés Manuel López Obrador, quien en diversas ocasiones afirmó que en esa construcción se actuó con corrupción.

El pasado 29 de abril, el Jefe del Ejecutivo encabezó la ceremonia de inicio de estudios y trabajos preliminares del Aeropuerto Internacional de Santa Lucía, que llevará el nombre de General Felipe Ángeles. Se busca que la nueva terminal aérea tenga una capacidad de 20 millones de pasajeros al año en su primera etapa.

Esta obra es uno de los compromisos asumidos por el presidente López Obrador, tras ordenar, en diciembre pasado, la suspensión de las obras del aeropuerto en Texcoco.

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