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Los trabajadores del Estado pedirán al presidente Andrés Manuel López Obrador un aumento salarial de 7.5% para quienes ganan menos y que se liberen los recursos para atender las carencias que enfrentan tanto el ISSSTE como las unidades médicas del sector Salud.
Al encabezar el Consejo Nacional Extraordinario de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE), Joel Ayala Almeida, dirigente de la central sindical de la burocracia, previó que la próxima semana enviarán al Presidente de la República un documento en el que pedirán el aumento salarial y la aplicación de 25% de las reservas que tiene el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) para sufragar las deficiencias tanto en insumos médicos como en mantenimiento de los hospitales, así como la reinstalación del personal que ha sido despedido sin justificación alguna.
“Hemos aclarado y lo hice ante la Junta Directiva del ISSSTE, que nuestra situación es ya precaria en todo el país, tenemos la necesidad de contar con insumos y medicamentos; faltan equipos, reparación de los mismos y aires acondicionados que requieren cada uno de los hospitales”, dijo Ayala Almeida.
Resaltó que ante esta contingencia, la FSTSE, que agrupa a 89 sindicatos, ha propuesto utilizar 25% de las reservas que posee el instituto, las cuales ascienden a los 97 mil millones de pesos, “para recuperar ambulancias, todo lo que nos hace falta reparar, estamos señalando la imperiosa necesidad en salud”, subrayó.
Ayala Almeida hizo un llamado a las autoridades de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) para iniciar, lo más pronto posible, el diálogo que “dé como resultado los acuerdos y soluciones a esta situación insostenible” para atender la falta de insumos e infraestructura que padece el sector Salud.
Marco Antonio García Ayala, secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud (SNTSA), comentó que con el incremento salarial de 7.5% se busca beneficiar a los trabajadores que perciben menos de 10 mil pesos mensuales.
“En la propuesta de aumento salarial que se ha elaborado hemos sido congruentes en el fortalecimiento de las instituciones y que la política salarial de los trabajadores de base se fortalezca”, apuntó.
Luis Miguel Victoria Ranfla, dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores del ISSSTE, explicó que este año el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado ha tenido dificultades para operar, puesto que no se ha liberado el presupuesto para 2019 que es por 323 mil millones de pesos, de los cuales 70% se va para el pago de un millón 100 mil pensiones, por lo que han solicitado a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público la liberación de los recursos.
“Solamente se ha liberado 83%, ese 17% que falta es fundamental, porque de ahí se contrata a compañeros que no son de base, que están trabajando por el concepto de guardias y suplencias debido al déficit de personal, laboramos con 256 mil enfermeras para atender a 13.3 millones de derechohabientes, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) establece más de 120 mil enfermeras.
En médicos establece 43 mil por lo menos y laboramos con 17 mil entre doctores y odontólogos, nos falta capital humano”, enfatizó.
Los resolutivos acordados durante el Consejo Nacional Extraordinario de la FSTSE serán entregados al presidente López Obrador, y en el documento incluye la demanda formal de incremento salarial que debe ser de 7.5% para los trabajadores que menos ganan. También la aplicación inmediata del Presupuesto de Egresos 2019 para las dependencias del sector Salud, así como la reinstalación del personal que ha sido despedido sin justificación alguna.
Durante cuatro horas de reunión, los 400 delegados de la FSTSE acordaron cerrar filas, mostrar unidad y fortaleza para salvaguardar los derechos laborales, su seguridad en el empleo y la firme vigencia de las 21 prestaciones de seguridad social integral que les otorga la ley.
Ayala Almeida, líder nacional de la FSTSE, dijo que en la presentación de los resolutivos al Presidente de la República “no hay plan B”.
Hay confianza en el Jefe del Ejecutivo federal, quien debe cumplir el compromiso que nos hizo saber el pasado 1 de mayo sobre respeto a la autonomía sindical y a las demandas de los trabajadores, expresó.