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Al concluir el bachillerato, seis de cada 10 estudiantes tuvieron “aprendizajes insuficientes” en matemáticas, revelan los resultados del Plan Nacional para la Evaluación de los Aprendizajes (Planea) 2017, y 23.3% tuvieron un aprovechamiento en el nivel básico en la materia.
En lenguaje y comunicación, 33.9% tuvo conocimientos insuficientes y 28.1%, el nivel básico, pero se encontró que los estudiantes que salen mejor preparados son los de bachilleratos autónomos ligados a las universidades públicas, mientras que los más atrasados son los del telebachillerato.
En matemáticas no pueden resolver problemas que impliquen un manejo aritmético con números enteros y decimales, y aún no desarrollan habilidades algebraicas, por ejemplo. El nivel básico, donde se ubica al 23.3% de los evaluados, sólo tienen habilidades para resolver problemas sencillos.
“Dos de cada tres estudiantes no tienen los resultados mínimos esperados deseables al terminar el último grado de educación media superior (...) Estos aprendizajes son básicos en la secundaria y no tienen estas competencias cuando salen de tercero de bachillerato. Esto es lo más importante de todo”, dijo el consejero presidente del INEE, Eduardo Backhoff Escudero.
El nivel “insuficiente” en lenguaje y comunicación implica dificultad para interpretar textos y plantear problemas, por ejemplo. El básico quiere decir que los jóvenes identifican las etapas del proceso de redacción, la coherencia y la cohesión de un texto.
Al analizar los resultados por tipo de servicio educativo, hubo diferencias: los que salen mejor preparados son los egresados de bachilleratos autónomos, y los que tuvieron los peores resultados fueron quienes salieron de telebachillerato.
“Los bajos resultados son el conjunto de una gran variedad de factores que se van acumulando a lo largo del tiempo. Los estudiantes salen de la primaria con deficiencias que arrastran a la secundaria, al bachillerato y esto se refleja en la educación superior. Se atribuye a la forma en que funciona el sistema educativo, la falta de recursos de los padres de familia, y la falta de la cultura de la educación en nuestro país. Es producto de lo que aprenden en y fuera de la escuela”, dijo Backhoff Escudero.
El INEE aplicó por primera ocasión la prueba Planea, la cual se instauró desde 2015, antes lo había hecho la SEP a través de la prueba ENLACE. Las entidades con mejores resultados en lenguaje son: Ciudad de México, Aguascalientes, Jalisco, Querétaro, Baja California, Yucatán, Colima, Nuevo León, Sonora y Puebla.
Aguascalientes, Jalisco, Querétaro, Nuevo León y Puebla salieron mejor en matemáticas.
Los peor calificados en logro educativo fueron: Michoacán, Guerrero, Tabasco y Chiapas en lenguaje y comunicación; mientras que Michoacán, Tamaulipas, Guerrero, Tabasco y Chiapas para matemáticas.
En esta ocasión, señaló el comisionado presidente del INEE, “los nuevos niveles de logro son más exigentes, por lo que no son comparables con evaluaciones previas. Fue una nueva generación de exámenes, aumentaron los contenidos y los niveles de logro fueron más estrictos”, dijo.
En este sentido, en el lenguaje y comunicación, la puntuación nacional de 2015 fue de 496; para 2016, de 485, y para 2017, de 500. Lo mismo pasó en matemáticas: hubo una baja de 2015 a 2016 cuando se pasó de 498 a 483 puntos, y luego el promedio nacional volvió a subir hasta 500 puntos en 2017.
El INEE encontró que estos cambios se derivaron que en 2016 hubo un diseño muestral con deficiencias, la administración de los instrumentos, y el diseño de los mismos tuvieron efectos en la caída de resultados.
SEP: es una prueba nueva. En un comunicado, la Secretaría de Educación Pública (SEP) destacó que Planea 2017 es una prueba “esencialmente nueva (...) en correspondencia con las metas de la reforma educativa”, por lo cual no se puede comparar con los exámenes que se aplicaron en 2015 y 2016.
Señaló que los cambios en la educación se producen con gradualidad y que la reforma “ha requerido alinear muy diversos procesos y sus intervenciones se difunden y extienden con velocidad variada en los diversos subsistemas de la educación media superior”, detalló.
Argumentó que el capital intelectual con el que los alumnos ingresan a este nivel educativo, sobre todo de los segmentos de menores ingresos, es “muy bajo” y se alimenta del déficit acumulado, por lo que la prueba “confirma que la agenda de transformaciones en marcha en el ámbito educativo, es tanto adecuada como pertinente”.