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El Senado ratificó por unanimidad de 78 votos el Convenio 98 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), relativo a la aplicación de los principios del derecho de sindicación y de negociación colectiva, que fortalecen la libertad sindical, al establecer la protección contra gremios blancos y la cláusula de exclusión.
La aprobación, 69 años después de que dicho instrumento fuera adoptado por la OIT, fue calificada por el senador Napoleón Gómez Urrutia como un hecho histórico, ya que con ello, dijo, empieza la reconstrucción del mundo del trabajo y el capital.
El presidente del Senado, Martí Batres (Morena), turnó el instrumento internacional al Ejecutivo para su promulgación y, enseguida, la mayoría lopezobradista secundó el hecho con aplausos de pie y con la porra: “Es un honor estar con Obrador”.
El Convenio 98 prohíbe afiliar a un trabajador a un sindicato, o que deje de ser miembro de la organización de su elección, lo que se llama en el marco jurídico mexicano Cláusula de Exclusión, que ya está prohibida.
Los sindicatos tendrán protección contra todo tipo de injerencia, la cual se entiende que ocurre cuando un empleador domina a la agrupación de trabajadores.
El convenio aprobado dispone que “deberán crearse organismos adecuados a las condiciones nacionales, cuando ello sea necesario, para garantizar el respeto al derecho de sindicación”.
El presidente Enrique Peña Nieto envió en noviembre de 2015, el Convenio 98 de la OIT al Senado para su ratificación, y éste quedó en la congeladora. El martes pasado su proceso legislativo fue reactivado a propuesta del líder minero Napoleón Gómez Urrutia, de manera que se convirtió hoy en el primer tema que vota la 64 Legislatura en la Cámara Alta.
Las bancadas del PRI, PRD y MC fijaron postura a favor del espíritu del instrumento, pero pidieron que la mayoría de Morena abriera un proceso de dictamen y consulta en comisiones, para que su ratificación tuviera claro apego a la ley. Con todo, los senadores presentes de estas bancadas votaron a favor.
La ratificación del Convenio 98 se realizó con la ausencia de la bancada del PAN, ya que los 24 integrantes, en el primer tercio de la sesión abandonaron el pleno en protesta, por lo que llamaron un acuerdo mordaza que limitaba a cinco minutos los tiempos de presentación de iniciativas.
El senador José Céspedes (Morena) acusó en tribuna que ese desplante panista era un berrinche para chantajear a la Mesa Directiva y que se retirara el tema de la ratificación del convenio de la OIT, para que se le diera turno a comisiones, las cuales todavía no se crean ni se instalan.
Una postura, de Mauricio Kuri, del PAN, fue entregada para ser incluida en el Diario de Debates.
A favor, el legislador Gómez Urrutia aseguró que el Convenio 98 fue objeto de un dictamen por parte de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), en el cual se estableció que “las prácticas de México son congruentes con las disposiciones que contiene”, y que hubo consulta con las organizaciones empresariales.
