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Tijuana, BC.— Tras superar el diferendo entre México y Estados Unidos en materia arancelaria, el presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que a su homólogo Donald Trump no le levantará el puño cerrado, sino una mano abierta y franca.

“Como jefe y representante del Estado mexicano, no puedo permitir a nadie que atente contra la economía del país y menos que se establezca una asimetría injusta, indigna y humillante para nuestra nación, afortunadamente se impuso la política sobre la confrontación.

“Hubo voluntad para buscar una salida negociada para el conflicto de parte de Donald Trump y de sus colaboradores, por eso no le levanto un puño cerrado, sino una mano abierta y franca”, aseguró.

Al encabezar el acto de Unidad en Defensa de la Dignidad de México y en favor de la amistad con Estados Unidos, el mandatario reiteró la disposición de su gobierno para continuar con una relación en favor del diálogo y la colaboración.

Arropado por representantes de todos los sectores, integrantes de su gabinete, 23 gobernadores de Morena, PRI, PAN e independientes, el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), la Asociación de Bancos de México (ABM), diputados, senadores, líderes religiosos y luchadores sociales, el Presidente afirmó que se cumplirán con el acuerdos alcanzados para evitar la imposición de aranceles a productos mexicanos.

“¿Qué sigue? Reforzar la frontera, aplicar la ley y respetar las derechos humanos, promover el plan de desarrollo de México y Centroamérica”, dijo López Obrador. Reconoció que el diferendo generó una situación incómoda, la cual hubiera puesto en riesgo la economía nacional.

El Jefe del Ejecutivo federal hizo un reconocimiento al canciller, Marcelo Ebrard, quien encabezó a la delegación mexicana durante las negociaciones en Washington. Recordó que a partir del próximo lunes no habrán aranceles, impuestos o crisis económica o financiera en el país.

También agradeció la solidaridad del pueblo de México el cual, dijo, “es mucha pieza, quiero decir más cosas, pero me tengo que autolimitar”.

Sobre el fenómeno migratorio, expresó que se tiene que resolver atacando sus causas profundas mediante el desarrollo, para lo cual es indispensable la participación de Estados Unidos, Canadá y otros países.

“Quiero mencionar un dato conmovedor, de los 521 mil migrantes que ingresaron por la frontera sur este año, 159 mil 395 son menores de edad y 43 mil 875 son niños y niñas que viajaron solos. Ante esa amarga realidad, no se puede cerrar fronteras y usar medidas coercitivas, lo más humano es combatir la falta de oportunidades”, aseveró.

Al confiar en la ratificación del tratado entre Estados Unidos, Canadá y México, el presidente López Obrador destacó la unidad nacional para enfrentar el amago de Donald Trump.

Con la dignidad intacta. El titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Marcelo Ebrard Casaubon, aseguró que en la negociación México no ganó todo, pero sí se logró que no haya una imposición de aranceles a los productos nacionales y se salió con la dignidad intacta.

Como primer orador en el acto de unidad, el canciller dijo que México se comprometió a que las personas que lleguen al país serán registradas y tendrán un proceso regular.

Ratificó el envío de la Guardia Nacional a la frontera sur y adelantó que México recibirá a 8 mil migrantes procedentes de Estados Unidos, en lo que se define su situación migratoria en el país vecino del norte.

Doble rasero. El presidente del Congreso de la Unión, Porfirio Muñoz Ledo (Morena), celebró el acuerdo que evitó la imposición arancelaria, pero calificó como “inmoral e inaceptable” el doble rasero entre la frontera norte y la del sur.

“Por una parte exigimos que nos abran las puertas y por el otro lado sellamos el paso de los centroamericanos para hacerle un oscuro favor a los Estados Unidos”, comentó.

El gobernador de Querétaro y presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), Francisco Domínguez Servién (PAN), destacó que con el acuerdo México envió un poderoso mensaje al mundo: el respeto suple a la imposición, el entendimiento a la desconfianza y el argumento a la amenaza.

“Somos defensores de un mundo sin barreras (...) podemos afirmarlo con orgullo. Los mexicanos no aceptamos muros de concreto ni de aranceles. Eso hoy México celebra aquí en Tijuana: el encontrarnos unidos bajo una sola voz que supo defender la justicia, la libertad y la democracia”.

El presidente del CCE, Carlos Salazar Lomelín, refirió que era un día de enorme felicidad, porque través de las caras de los asistentes al evento oficial se veía lo que sienten los 130 millones de mexicanos al conocer que no habrá aranceles el próximo lunes, por lo que, afirmó, México sale unido y fortalecido.

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