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Se ubica en la tercera fila del primer piso de la Biblioteca de la Facultad de Economía de la UNAM . En el estante gris sobresale por su color rojo, por lo que es fácil localizarla.
Es la tesis de licenciatura de Rosario Robles Berlanga, a quien la FGR acusa de ejercicio indebido del servicio público al omitir informar sobre supuestos desvíos de recursos por más de 5 mil 73 millones de pesos cuando estuvo al frente de la Sedesol y Sedatu.
Dedicada a sus padres, así como a su entonces pareja -y quien en un futuro sería el padre de su hija Mariana- Julio Moguel, en la tesis “El Movimiento Campesino en México. Una década de lucha” , Rosario Robles esboza en 290 hojas un tratado de las luchas campesinas en el país, y que, según la entonces joven de 24 años, era el sector de la población que representaban el “actor decisivo de una revolución socialista en México”.
Bajo la clasificación QT-5308-1980, la exfuncionaria escribió en su tesis que tuvo que consultar una amplia bibliografía de los clásicos del marxismo como Federico Engels, Carlos Marx, Vladimir ilich Lenin, León Trotsky, y Antonio Gramsci para poder analizar de mejor manera el fenómeno de los trabajadores del campo.
En su trabajo final para obtener el grado de licenciatura, Robles Berlanga afirmaba que de 1970 a 1979 el panorama del problema de la organización campesina era “bastante positivo”, puesto que señalaba que “dada la madurez de las organizaciones campesinas participantes, se avanza con pasos firmes hacia la coordinación a nivel nacional del movimiento campesino para enfrentar como un solo hombre la ofensiva estatal”.
“Durante la última década, la lucha de los campesinos pobres ha sido una de las más importantes en la historia de masas de nuestro país. Las innumerables tomas de tierras, el enfrentamiento con sus enemigos, claramente cuestiona uno de los soportes sobre los que se sustenta el sistema capitalista mexicano: la propiedad territorial”.
Dividida en ocho capítulos, Robles Berlanga señala -con un discurso militante- cada una de las múltiples etapa que habían tenido las diversas agrupaciones campesinas en el país, iniciando su estudio desde 1940 hasta el sexenio del presidente José López Portillo.
Al describir los casos de campesinos en Sonora, Sinaloa y Oaxaca, la entonces militante de la Organización de Izquierda Revolucionaria -grupo de corte maoista con influencia en la UNAM y en diversas partes del país-detalla las diversas luchas que han hecho frente y los obstáculos que tuvieron que sortear las organizaciones del campesinado mexicano.
A manera de conclusión, Rosario Robles aseguraba que la única solución de los profundos e históricos problemas que millones de campesinos mexicanos “han tenido que enfrentar al Estado” es la revolución socialista e instaurar la dictadura del proletariado.
“Desde nuestro punto de vista, la solución de raíz a la condición de explotación a la que están sometidos los campesinos pobres sólo puede ser resuelta, al igual que la de los obreros, a través de la Revolución Socialista, de la instauración de la Dictadura Proletaria. Y evidentemente, la única clase capaz de llevar consecuentemente la lucha hasta la transformación revolucionaria de la sociedad es el proletariado”.
