Antes de la renuncia de Eduardo Medina Mora como ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación otro ministro dejó el cargo por un caso judicial a finales de los ochenta.

Ernesto Díaz Infante protagonizó hace tres décadas el caso de corrupción al más alto nivel en el Poder Judicial por liberar al asesino de una niña en Acapulco, Guerrero.

Díaz Infante fue separado de su cargo por aceptar un soborno de 500 mil dólares para que el empresario Alejandro Braun Díaz pudiera salir de la cárcel tras ser sentenciado por violar y asesinar a Merle Yuridia Mondáin Segura, de 6 años en Acapulco, Guerrero, el 24 de octubre de 1986.

A Braun se le conoció como "El Chacal" de Acapulco y el caso generó gran indignación, pues el sujeto secuestró a la menor, a quien drogó y ató a una cama para violarla en repetidas ocasiones. La menor finalmente falleció y al empresario lo sentenciaron a más de 30 años de prisión.

Sin embargo, Braun consiguió que su abogado sobornara al ministro Díaz Infante, quien a su vez presionó a los magistrados del Tribunal Colegiado de Chilpancingo, Gilberto Arredondo y Eufemio Zamudio, para resolver el amparo a favor de "El Chacal".

El 8 de diciembre de 1988, Braun ganó el amparo y salió de prisión. Días después, el 15 de diciembre, el ministro Díaz Infante solicitó una licencia para regresar al cargo el 31 de enero de 1990, pero huyó a Estados Unidos.

A partir de ese momento, la familia de la niña comenzó una batalla legal que en 1989 llevó a que se les girara orden de aprehensión a los magistrados involucrados, así como al abogado de Braun, Enrique Fuentes León. Los tres fueron detenidos y encarcelados.

Díaz Infante fue detenido el 20 de junio del 2001 en San Antonio, Texas, cuando inició el trámite para que prescribiera el delito de cohecho y contra la administración de la justicia. Sin embargo, como el ministro huyó del país se pudo duplicar el tiempo de prescripción y finalmente fue recluido en el Reclusorio Norte.

El 14 de agosto del 2003, Díaz Infante fue declarado culpable y condenado a 8 años y 6 meses de prisión.

En el 2004 fue excarcelado y terminó su condena en su casa gracias a una reforma al Código Penal Federal (aprobada ese mismo año) que permite a las personas mayores de 70 años realizar ese procedimiento en un domicilio.

Hasta el día de su muerte, el 17 de marzo de 2006, Díaz Infante recibió su salario y pensión como ministro de la Corte.

cg

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