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Los partidos del Frente Ciudadano por México, PAN, PRD y Movimiento Ciudadano (MC), informaron al Instituto Nacional Electoral (INE) los tres acuerdos aprobados este fin de semana por sus respectivos órganos de dirección: ir en coalición electoral en 2018 y las bases del Programa de Gobierno y de Plataforma Electoral que impulsarán para buscar la Presidencia.
Así dieron por concretada la segunda etapa en el camino de integrar una coalición electoral total para 2018 y “hoy comienza la tercera fase”, que es definir todas las candidaturas para contender juntos, anunciaron los presidentes del PAN, Ricardo Anaya; del PRD, Alejandra Barrales, y de MC, Dante Delgado.
“Estamos listos a partir de hoy para iniciar con esta tercera etapa que nos autoimpusimos, vamos por la etapa electoral. Nos vamos a convertir en una coalición y nuestra tarea tampoco es sencilla: vamos a definir el método a través del cual vamos a designar a nuestros candidatos, particularmente a la Presidencia, una tarea laboriosa. Tenemos que buscar 3 mil 406 candidaturas en las que tendremos que ponernos de acuerdo. Estamos listos”, expuso Barrales.
Ante el secretario Ejecutivo del INE, Edmundo Jacobo, el consejero Benito Nacif, presidente de la Comisión de Prerrogativas y Partidos del INE, la consejera Dania Ravel Cuevas y el director ejecutivo de esa área, Patricio Ballados, los tres esbozaron, sin hacer ninguna entrega oficial, el contenido de los documentos.
Los tres ejes de la plataforma y ofertas de campaña serán: la entrega de una “renta básica universal” para todos los mexicanos, una política de seguridad pública que sea integral y basada en la prevención del delito y las adicciones, no en la violencia, y la muerte civil a funcionarios o empresarios que incurran en actos de corrupción.
Los documentos, dijo la perredista, se elaboraron con los ciudadanos, y son “apuntes” que todavía deben seguir profundizándose y tienen garantía de viabilidad.
“Este no es el programa de un solo hombre, no es la visión de una sola persona”, y son propuestas “perfectamente materializables porque estamos hablando de mayorías estables. Estamos hablando de ganar los congresos de la Unión y locales, y esto nos va a permitir hacer realidad esta plataforma”, agregó Barrales.
Esto fue posible, destacó Delgado Rannauro, porque, a diferencia de alianzas pasadas concentradas en ganar elecciones y priorizar candidaturas, ahora “mientras algunas fuerzas políticas están más preocupadas por el nombre del candidato, por los espacios, por mantener un sistema caduco y corrupto o por imponer a los ciudadanos sus visiones personales, en el Frente estamos concentrados en la construcción y consolidación de un proyecto ciudadano”.
Propuestas a detalle. En la sede del Instituto Nacional Electoral, acompañados de la cúpula de los tres partidos, los líderes detallaron sobre todo el programa social de Renta Básica Universal para abatir la pobreza y la desigualdad.
La propuesta —que fue promovida por Morena durante el Congreso Constituyente de la Ciudad de México para su inclusión en la Carta Magna capitalina, pero que fue rechazada, entre otros, por el PAN— fue expuesta por el panista Anaya Cortés como “el eje central, el eje toral de nuestra propuesta social”.
Ante “alarmantes e inaceptables niveles de pobreza y desigualdad”, pese a la alta inversión en programas sociales, hoy hay 53 millones de personas en pobreza; además, hay inminente (sic) desplazamiento de millones de personas debido a la automatización e inteligencia”, dijo.
Es “una propuesta concreta y audaz, una renta básica universal, un ingreso garantizado a todos los ciudadanos de nuestro país por el simple hecho de ser mexicanos” a financiarse con austeridad, combate a la corrupción y reordenamiento de los 6 mil 500 programas sociales que existen en todo el país sin reglas de operación, padrones de beneficiarios duplicados y con “importantísimos niveles de corrupción en su ejecución”, añadió.
Anaya Cortés sostuvo que con ello podrá mitigarse de manera considerable la pobreza en el país, tener una respuesta eficaz del Estado frente a los despidos y dar a las personas un “piso mínimo, una base que les permita a los ciudadanos arriesgar, emprender nuevas ideas”.
