En el Congreso de la Unión prevalece una visión unilateral, como en el presidencialismo en el que el jefe del Ejecutivo federal iba a que le aplaudieran, afirma la senadora Claudia Edith Anaya Mota (PRI).

Sobresaliente en el pleno por su postura crítica hacia la mayoría que vota proyectos a sabiendas que van mal hechos, la zacatecana acusa que con su fuerza, Morena renunció en las dos cámaras a su facultad legislativa.

Lamenta que se ejerzan tres formas de acabar con las instituciones, con la desaparición de estas, mediante leyes que las derogan; envenenándolas por dentro, como fue el caso del nombramiento de Rosario Piedra en la CNDH, y con la renuncia de servidores públicos que fueron electos y cuyos puestos son ocupados por incondicionales, en una práctica de mayoriteo.

Transcurrida la mitad de la actual 64 Legislatura en el Senado, Anaya Mota llama a los ciudadanos “a que estén pendientes de sus senadores, de las votaciones que emiten”. Dice que la oposición en la Cámara Alta tiene 43 integrantes y a ese número de legisladores es al que se debe vigilar para “evitar, por ejemplo, que se haga la reforma al INE para que sea rotativa la presidencia del instituto y quitar a Lorenzo Córdova [Vianello]”.

Desde las cámaras del Congreso, “se está debilitando a las instituciones, particularmente a los órganos autónomos, que están sitiados, muchos de ellos ya cooptados, y particularmente me preocupan el INE y el Poder Judicial”.

Preocupa si de esta forma se quiere “que volvamos a un presidencialismo totalitario, de una visión unilateral”, como se aprecia incluso “en esas ganas de que sólo brille una figura en el país, y que esa figura sea la que nos guíe, lo sabe todo y tiene todas las respuestas”, expuso.

Rechazó que el país haya caído ya en el presidencialismo totalitario: “No estamos, no queremos llegar, aunque pareciera que quieren esa visión”, precisó.

Agregó que “pareciera que se extraña al PRI de los años 70; entonces había otro mundo, no existía la globalidad, el acceso a la información, lo que hemos evolucionado, y no podemos volver al pasado, eso ya no existe”, subrayó.

Claridad e ingenio

Una de las senadoras más jóvenes, con un análisis agudo y una oratoria difícil de confrontar con argumentos, Claudia Edith Anaya Mota se ha abierto un espacio en los debates en comisiones y en el pleno con intervenciones claras, directas, precisas, adornadas con ingenio, incluso.

Para esta legisladora que tiene 10 años de experiencia en tareas parlamentarias, que de 2009 a 2012 fue diputada federal por el PRD, en la oposición senatorial, en la bancada del PRI acusa que la mayoría ha entregado el Poder Legislativo a los designios del Jefe del Ejecutivo federal.

Anaya Mota expresa que en el equilibrio de poderes, “el Legislativo es un poder conductor”.

Contrario a este papel de equilibrio, “en el actual Poder Legislativo prevalece una visión unilateral, como antaño, como en tiempos de aquel presidencialismo donde estaba totalmente desdibujado el Poder Legislativo, y más bien el Presidente iba a que le aplaudieran a la Cámara de Diputados”.

Deplora que ahora ve “lo que no vi la primera vez que fui diputada: exclusión y marginación, esa actitud de ‘no necesidad’ de hablar ni de conciliar, porque se tiene la mayoría, aunque los proyectos legislativos salgan de comisiones a veces a conciencia de que van mal hechos”, insiste.

Reporta que en el trabajo en comisiones, la mayoría que encabeza Morena “va tan rápido que es difícil que se detenga a escuchar”, y es así que “el Poder Legislativo es ineficiente”, y con proyectos mal acabados, el pleno despilfarra horas y recursos en discusiones estériles.

La legisladora detalló que tiene la determinación de seguir adelante “de manera consecuente con lo que creo, que es el fortalecimiento de las instituciones”.

Desde luego ya ha experimentado que aunque se haya votado acompañando a la mayoría en diversos temas, “el día que no estás de acuerdo en algo se suben al debate a meterte una regañada, y a decirte hasta de lo que te vas a morir, y que no tienes calidad moral para hablar”, relató Anaya Mota.

Profundo respeto al Poder Legislativo

La senadora Claudia Edith Anaya Mota, por el contrario, señala en entrevista en su oficina —la más próxima de un legislador al pleno, porque requiere trasladarse en silla de ruedas— que “para mí el Poder Legislativo es sumamente importante”.

Subraya que a la tarea de legislar “le tengo un profundo respeto, porque he tenido la posibilidad de desempeñarme 10 años de mi vida como legisladora. Es mi casa, así veo al Poder Legislativo, pero además, lo veo tal cual lo concibe la Constitución”, como uno de los tres poderes de la Unión en un modelo de equilibrio.

En el régimen presidencial, “lo que genera el equilibrio en el Estado es precisamente que los tres poderes se puedan autorrevisar y puedan ser equilibrados, matizarse uno al otro, guiarse y orientarse. Eso es lo que hace en realidad el Legislativo”, indicó.

Explicó que el Poder Legislativo establece lo que el Judicial tiene que sentenciar, porque no se puede emitir una condena que no esté respaldada en Derecho, en ley.

“El Poder Ejecutivo no puede hacer nada más de lo que le marque la ley, por ello, de verdad, el Poder Legislativo es un poder conductor”, que a través de la ley marca la reglamentación para los ciudadanos y las instituciones.

“El Congreso, en los últimos 30 años, desde mi punto de vista, es un poder que se ha fortalecido por la pluralidad y es así que en este órgano había distintas posturas, visiones, matices, y esto fue haciendo que tuviera mucho más riqueza ya no parlamentaria, en el sólo hecho de escucharnos en tribuna, sino en la parte dictaminadora”, manifestó la senadora.

Dijo que como diputada, entre 2009 y 2012, bajo la coordinación en el PRD de Alejandro Encinas Rodríguez, con gobierno panista y mayoría legislativa del PRI, “jamás se nos excluyó de una negociación o de una dictaminación”.

Entonces, “se avanzaba con nosotros, pudiendo sacar ellos solos las leyes secundarias o las constitucionales. Se avanzaba con las minorías, se llamaba al PRD, al PT, a MC y en las mesas podíamos redactar y escucharnos”, y de ello resultaba cambiar una palabra, una coma, un acento, y se deliberaba durante horas y así se construían las leyes, indicó.

Ahora, el Presupuesto de Egresos para 2020, “pasó en la Cámara de Diputados con la total exclusión de los representantes de oposición. Era el debate en el que se ejercía el poder de la Cámara de Diputados de gestionar para su estado obras prioritarias”, señaló.

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