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El PRD entró a la cuenta regresiva para acatar la sentencia del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), que en 2017 le ordenó renovar todos sus órganos y dirigencias nacionales, estatales y municipales, pues su periodo de tres años concluye este 5 de octubre.
Ante la asunción de Manuel Granados a la dirigencia, en diciembre de 2017, ese partido acordó retrasarlo también a ese mes, cuando prevé convocar a elección de nuevos órganos, en un proceso a realizar hasta marzo o abril.
“No estamos en desacato”, advirtió ayer Granados Covarrubias, quien informó que notificó al TEPJF la nueva ruta acordada por el PRD para el relevo: integró una “comisión nacional de diálogo” que incluirá a todas las corrientes perredistas, misma que contactará a personalidades que les ayuden a replantear el nuevo modelo de partido.
“A partir de esta comisión veremos si el resultado final es una refundación o un nuevo partido político”, dijo.
Precisó que informará al tribunal electoral que “estamos en vías de cumplimiento, que no estamos en desacato y no habrá ningún proceso legal para solicitar mi permanencia”.
El PRD vive un periodo de líderes provisionales, tras la renuncia de Carlos Navarrete, en 2015, que dio paso a Alejandra Barrales, y en 2017 a Granados Covarrubias.
“No hay una fecha específica que el tribunal nos haya ordenado” para el relevo, aseguró Granados Covarrubias, quien coordinará la “comisión de diálogo”, misma que se prevé trabaje con foros regionales hasta diciembre, cuando se convocaría a elección, en tres meses.
