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El senador y aspirante a la presidencia nacional del PAN, Francisco Búrquez Valenzuela, expresó al presidente del partido, Damián Zepeda, su deseo por contender por la dirigencia, y porque la elección se abra a los simpatizantes del partido y no sólo a la militancia, como lo marcan los estatutos.
Mediante una carta entregada el sábado pasado, solicitó a la Comisión Permanente y al Consejo Nacional encontrar las “fórmulas o realizar las reformas” que hagan de la elección abierta “una realidad”.
“Además, le pido que garantice el derecho de los militantes y simpatizantes a conocer la oferta política de todos los candidatos a la dirigencia, realizando debates públicos”, externó.
Búrquez Valenzuela dijo que lo importante no es quién sea electo como próximo presidente del PAN, sino que el partido tenga un “cambio de fondo, abandone las imposiciones desde la cúpula, que otorgue el poder para decidir a los ciudadanos” y que deje financiarse con el recurso público que se le quita a los contribuyentes para sostener las actividades del blanquiazul.
“Hagamos que esta elección represente un cambio profundo, que nos permita constituirnos como el único partido abierto a la ciudadanía y restaurar los principios de dignidad, libertad y responsabilidad de las personas”, escribió en la misiva.
Por separado, el coordinador de los diputados y también aspirante, Marko Cortés, refirió que ante el nuevo escenario político en México, Acción Nacional está llamando a servir a los ciudadanos, desde la oposición y desde los gobiernos estatales y municipales emanados del blanquiazul.
Afirmó que una de las grandes le-cciones del 1 de julio pasado es que la unidad es un elemento indispensable para que los ciudadanos confíen en el partido, por lo que es responsabilidad de todos los militantes de Acción Nacional trabajar en ella.
“Más allá de las diferencias, es fundamental generar las condiciones de reconciliación y de unidad en el interior de nuestra organización política, para así mostrar fortaleza a la hora de defender los intereses de los ciudadanos”, apuntó.
Cortés Mendoza dijo que México es un país diferente, que exige nuevas formas de hacer política y que los obliga a actuar con mayor crea tividad y cercanía con los ciudadanos. Agregó que, si bien, el nuevo gobierno encontrará colaboración del PAN en todos aquellos aspectos que mejoren las condiciones de vida de las personas, será también una oposición firme cuando se trate de defender libertades y los derechos de los mexicanos.
“Seremos un dique de resistencia cuando se vean amenazadas las instituciones, el equilibrio de poderes y la democracia. Acción Nacional debe encabezar nuevamente las causas de los ciudadanos, pensando siempre en el bien común, para acabar con la desigualdad, para retomar el crecimiento económico, para que se construya la paz en general y para buscar mejores condiciones de vida para los mexicanos”, anotó.
En tanto, Búrquez Valenzuela coincidió con el ex gobernador de Chihuahua, Javier Corral, en el sentido de que Acción Nacional debe dejar de lado las simulaciones en la renovación de la dirigencia y contar con un liderazgo auténtico y honesto, pues el partido se está “jugando la vida”, mientras se quieren “pelear por el cascarón”.
En su cuenta de redes sociales, dijo que la desunión en el blanquiazul, es uno de los síntomas de un partido “débil y cerrado”, el cual se sobrellevaría si se hubiera recuperado con anticipación la credibilidad ciudadana y se hubiera tenido una oferta política disruptiva y antipolíticos, poniendo en el centro a la persona.
En el marco de la celebración del Consejo Nacional, Búrquez Valenzuela argumentó que el partido “sigue sin entender ni atender al ciudadano”, por lo que si la elección excluye a simpatizantes del PAN, tendrán nuevamente una imposición de cúpulas mafiosas.
“Eso se pagará con la muerte del partido de Gómez Morín y Manuel Clo uthier”, dijo.
