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En el país nunca se ha acabado la venta de plazas ni las extorsiones a los maestros, reconoce el secretario de Educación Pública (SEP), Esteban Moctezuma Barragán.
En entrevista con EL UNIVERSAL, afirma que si bien ésta no es una práctica generalizada, persiste y en ella participan funcionarios sindicales, pero también de la propia SEP.
Tras la aprobación de la reforma educativa 2019, los profesores, asegura Moctezuma Barragán, no volverán a sufrir abusos para obtener sus plazas, promociones o cambios de adscripción.
“En la experiencia que tenemos y la práctica que hemos visto, las denuncias que hemos escuchado [indican que] nunca ha acabado la venta de plazas ni la extorsión de maestros que quieren hacer un cambio de adscripción”, dice.
“Casi cada trámite de maestros está, muchas veces, no es generalizado, pero sí existe, en peligro de que haya algún tipo de intervención, no sólo de los sindicatos, sino de servidores públicos más cercanos a la escuela y a la propia SEP”, advierte el secretario.
Para evitar que este tipo de situaciones sigan ocurriendo, el gobierno federal propuso que las leyes secundarias de la reforma educativa incluyan un esquema que obligue a difundir las vacancias de plazas en escuelas públicas, a asignarlas en un proceso en el que se expliquen los criterios para entregarlas y que los maestros tengan la posibilidad de inconformarse por los resultados.
Moctezuma explica la idea del libro de texto hereditario, el cual será un programa piloto con ejemplares de pasta dura y códigos QR vinculados a la calificación de Civismo que permitirán en el futuro ahorrar impresiones y papel.
¿Qué cambios se harán para adaptar los libros a la nueva redacción del artículo tercero constitucional?
—Ha habido cambios en algunos contenidos y la propuesta de un libro que es mucho más fuerte, de pasta dura, para que pueda servir varios años.
[Se busca] que el Estado no tenga que imprimir cada año 178 millones de libros, sino que éstos puedan irse escalonando para que tengan una durabilidad mayor y el costo sea menor, pero que esté ligado a la conservación ecológica, porque entre menos papel usemos, menos árboles se van a necesitar.
¿Cuál es el plazo que estima para que todos los libros del paquete escolar sean hereditarios?
—Es gradual. Empezamos con un libro y vamos a ver cómo se comportan los niños. Se les va a pedir que lo conserven, que lo cuiden, porque lo van a heredar. El ejemplar se va a ligar a la calificación de Civismo. Es una prueba piloto que, si es exitosa, en un lapso de cinco o seis años se podría tener, cuando menos, la mitad de los textos ya reemplazados.
¿Van a empezar a introducir libros en formato electrónico?
—Estos libros ya tienen [código] QR y eso nos ayuda mucho porque es muy fácil agregar vínculos a información externa y que el ejemplar se conserve.
Se puede ir actualizando el libro con los QR y eso da mucha flexibilidad.
¿Los niños tienen acceso a servicio de internet?
—Muchísimos niños tienen acceso, aunque no sea en su casa.
Hicimos una prueba piloto en más de 100 escuelas en lugares muy pobres para pedirles a los alumnos que investigaran ciertos contenidos, la capacidad de investigación ahí está, lo hacen.
Por otra parte, existe el programa del Presidente para que el internet sea gratuito en las plazas públicas, hospitales y escuelas en dos o tres años. [Nos] estamos preparando para que cuando haya una conectividad universal, ya existan esos contenidos. Si nos esperamos, estaremos perdiendo tiempo.
¿Cuándo se empezará a construir el modelo educativo que acompaña a la nueva escuela mexicana?
—La nueva escuela mexicana es mucho más que el modelo educativo, es toda una concepción filosófica y práctica de la educación pública [en el país].
[El modelo] pasa por una nueva pedagogía, por nuevas prácticas, un modelo, planes y programas, es algo flexible, se va a ir mejorando, por eso se creó un Instituto de Mejora Continua que va a hacer toda la capacitación.
Queremos que el concepto se genere colectivamente para que responda al acuerdo educativo. Las decisiones que hemos tomado están respaldadas por los maestros, pedagogos y expertos.
¿Cuál va a ser la participación del SNTE y sus diversas corrientes, como la coordinadora, en los procesos para la entrega de promociones, reconocimientos y criterios para entregar las plazas?
—El acuerdo educativo incluye a todos: padres de familia, niños, autoridades educativas, sindicatos, maestros, expertos y sociedad civil organizada.
Estamos hablando con toda la comunidad interesada en la educación, obviamente los sindicatos participan de una manera directa en la defensa de los derechos laborales de sus agremiados y también tienen que decidir en muchos de sus aspectos.
Hemos tenido una relación permanente de trabajo con todas las partes interesadas en la educación: SNTE, CNTE, la Central de Trabajadores de la Educación y ocho sindicatos menores.
Lo que nos interesa es que haya un diálogo constructivo entre todos y que cada quien en su rol pueda defender sus derechos, pero que al centro siempre estén los niños y niñas.
¿El sindicato va a regresar a decidir sobre la entrega de plazas, promociones y reconocimientos?
—En la experiencia que tenemos y la práctica que hemos visto, las denuncias que hemos escuchado [indican que] nunca ha acabado la venta de plazas ni la extorsión de maestros que quieren hacer un cambio de adscripción.
Casi cada trámite de maestros está, muchas veces, no es generalizado, pero sí existe, en peligro de que haya algún tipo de intervención, no sólo de los sindicatos, también de servidores públicos de los niveles más cercanos a la escuela y de la propia SEP.
¿Cómo lo van a abordar?
—Queremos tener una caja transparente en la que participen todos los que deban, pero que no tengan intervención directa en la asignación de las plazas.
Proponemos, y está a discusión, un sistema en el que la persona que quiere ingresar al magisterio o busque promoverse en una plaza, tenga la información de la vacancia.
Estamos obligando a los directores de las escuelas a comunicarle a la autoridad local y a la SEP la vacancia para que se pueda publicitar y que las personas que aspiren a ocupar una plaza se inscriban a un proceso de selección. Una vez que se apunten, hay un sistema que va a ir definiendo cómo queda cada uno de los aspirantes en relación con las plazas que están en oferta.
El resultado de ese proceso, que se da dentro de una plataforma, lo analizan para ver que correspondan a los criterios públicos, transparentes y equitativos.
¿Quiénes lo analizarán?
—Los que están directamente involucrados: la autoridad local, la SEP y la sección sindical correspondiente.
Este análisis se hace en un evento público en el que cualquiera puede estar presente y [donde] se explique: “El resultado es que esta persona ocupa esta plaza por esta razón”. Si están de acuerdo las partes, se tomará el acuerdo, [pero] si por alguna razón alguna de las partes considera que no corresponde a la convocatoria y perfil de la plaza, en ese momento tendrá que discutirse en público. Esto nunca se ha hecho, es totalmente innovador, transparente.
¿Qué mensaje da a los maestros que han expresado su preocupación y quienes ya no quieren marchar ni participar en la grilla para conseguir una plaza?
—En el momento en que las maestras y los maestros vean que ningún funcionario de la SEP o miembro de un sindicato va a poder abusar de ellos, que se están dando procesos transparentes en actos públicos y que estamos poniendo en la propuesta de ley un recurso para que los maestros puedan inconformarse con el resultado, se darán cuenta que están participando en un sistema que los protege y que quien trabaja, se esfuerza, sabe y estudia tiene un espacio amplio para hacer una carrera profesional docente.
¿Cómo va la negociación de las leyes reglamentarias?, porque, por lo menos de manera pública, se puede ver que el Presidente se está reuniendo sólo con la CNTE
—El Presidente se ha reunido con la coordinadora, con el SNTE, con maestros, por México.
Se ha reunido más veces con la CNTE porque ésta fue un grupo de maestros y maestras que lo acompañaron en su trayectoria y lucha electoral, pero ha quedado muy claro en esos encuentros que lo que se busca es revalorar al magisterio, construir leyes que se van a cumplir, que haya transparencia en el sistema educativo, porque el Presidente tiene como bandera máxima la lucha contra la corrupción y la impunidad.
Lo que se busca es que no haya corrupción ni arriba, ni abajo. Resolver un problema de corrupción en el sistema educativo en los niveles cercanos a los maestros es primordial para la SEP porque es parte de un programa de la Cuarta Transformación. Educar a los niños para tener generaciones de mexicanos incorruptibles es parte también de lo que tenemos que hacer como educadores.
¿Es un retroceso permitir la participación de los sindicatos en la ponderación de estos criterios?
—Quiero hacer énfasis en que cuando se dice que si se va a regresar a la venta, eso nunca se fue. Para poner un ejemplo: en Michoacán hay 3 mil 500 contratos de honorarios de maestros que están frente a grupo que no pasaron jamás por el examen de evaluación, por la prueba de ingreso y que con dinero federal se les está pagando, pero no tienen plaza.
Muchas de las cosas que se dijeron, en la realidad, eran diferentes. Se aseguró una gran mentira en Michoacán, que nosotros habíamos dado 5 mil plazas, cuando se negoció en diciembre y no dimos ninguna. Encontramos que todas estas plazas se estaban pagando desde 2014, 2015, 2016, 2017 y 2018, cada año se sumaba un grupo mayor [de maestros] que pasaban directamente a grupo, pero que no se les pagaba dentro del sistema educativo, sino por un subsidio, y todas esas prácticas siguieron vivas.
Lo que queremos es, precisamente, que todos nos sentemos en la mesa para tener reglas claras entre autoridad local, federal, sindicatos, maestras, maestros, para que todos sepamos cuáles son las reglas y las cumplamos en transparencia.
¿Le entregaron un sistema educativo nacional corrupto?
—Como en todo el país, en muchos aspectos [se] vivió una etapa de muchísima corrupción ascendente, en la que sexenio tras sexenio había mayores evidencias de corrupción y, obviamente, no está exento el sistema educativo.
La gran lucha por lograr un país donde haya honestidad y honradez, donde no haya impunidad, pasa por el sistema educativo también.
No sólo es limpiar el sistema educativo, sino educar en la honestidad, la transparencia y la paz.