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En los partidos políticos relegan a las mujeres a posiciones donde la competencia es difícil y los recursos de manera preferente los ponen a disposición de los hombres, pero esto sólo es el coletazo de los que se resisten a la igualdad, sostiene la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Senado, Angélica de la Peña Gómez (PRD).
Señala que trabajar en el Senado para la mujer representa desventajas, salarios inferiores y se dan casos de acoso y hostigamiento sexual, frente a lo cual ya hay instancias de protección, dice en entrevista.
Señala que una reforma electoral para garantizar los derechos de las mujeres candidatas fue reducida en ambas cámaras y, al momento, no ha culminado en su aprobación final.
¿Esta tarea por la igualdad ha avanzado de verdad?
—Desde el punto de vista cuantitativo hemos avanzado, porque transitamos de las cuotas a establecer la paridad y creo que avanzamos en candidaturas municipales.
Desde el punto de vista cualitativo tenemos dificultades. La primera es que cada vez son más visibles los obstáculos reactivos para evitar que las mujeres que tienen que estar en los espacios de decisiones sean tomadas en consideración.
¿Resistencias esperadas?
—Nos está pasando en México algo parecido a lo de otros países que se anticiparon, como Argentina y otros europeos, donde postulaban mujeres candidatas, pero totalmente alineadas a los señores.
Es perniciosa la actitud de dirigentes de poner a alguien muy cercano a ellos, familiar o que tiene una relación de poder, en detrimento de las mujeres empoderadas, dirigentes que tienen una gran trayectoria y que seguramente harían un magnífico papel.
¿Se favorece más al hombre?
—No hay equidad en la competencia. Los recursos se dan más a las candidaturas de los hombres en detrimento de las de mujeres. Ubican a mujeres en candidaturas en lugares donde no son competitivos sus partidos, y lo hacen para que en el engrose general se diga: “ya cumplimos con la paridad y tenemos 50% y 50%”.
¿Qué es eso?, ¿violencia, discriminación?
—Es violencia política. Estamos discutiendo modificaciones a cinco ordenamientos, estamos a punto de concluir el proceso legislativo, la Cámara de Diputados nos manda la revisión de la minuta que les enviamos. Por desgracia no se van a poder aplicar esos preceptos en la elección en curso. Serán vigentes en la siguiente elección federal
¿Cómo le va a la mujer que trabaja en el Senado?
—Creamos una Unidad de Género para que no exista hostigamiento o acoso sexual o laboral, pero tenemos dificultades cuando tenemos que entrar al ámbito de la Contraloría del Senado.