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justiciaysociedad@eluniversal.com.mx
Para Jorge Alcocer Varela la corrupción debe estar en terapia intensiva y requiere un cambio total, una mejoría en el manejo de recursos para servir al prójimo, afirma quien será el próximo secretario de Salud a propuesta del virtual presidente electo, Andrés Manuel López Obrador.
En entrevista con EL UNIVERSAL realizada en su despacho ubicado en el sur de la Ciudad de México, subraya que “la corrupción es un mal que ha permeado en muchas acciones del mexicano, [y si] se requiere un cambio total, hay que tener un mejor manejo de recursos y esa vocación de servicio al prójimo, comprometernos a cuidar la salud de la población y con transparencia erradicar ese cáncer”.
Afirma que a partir del 1 de diciembre trabajará por fortalecer la atención primaria, el acceso a servicios y medicamentos gratuitos, por cero corrupción y por alcanzar una austeridad que permita ahorrar e invertir.
Aunque la dependencia se trasladará a Guerrero, Alcocer Varela adelanta que su administración será itinerante. “La conducción del sistema de salud debe ser itinerante, viajaremos para evaluar las necesidades de todas las regiones del país, sí tendremos una oficina en Guerrero, pero el trabajo se hará en todo México”.
Acerca del Seguro Popular, el investigador emérito del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán explica que no desaparecerá, sino que será modificado para que la gente que no cuente con seguridad social no pague por el servicio o los medicamentos. “Hay que dejar claro que la salud es un derecho constitucional, por eso, debemos transformarlo y evitar la corrupción”.
Si el sistema de salud fuera un paciente, ¿cuál es su diagnóstico?
—La historia clínica de nuestro sistema de salud es muy peculiar, hay programas tendientes a mejorar el acceso y la calidad de los servicios, pero aún así existen rezagos, 40% de la población no cuenta con acceso a la salud, la universalidad no ha llegado, el enfoque de salud en el país está perdido, es para curar y no previene, desde la formación de los médicos, hasta los individuos que ven por su salud hasta que la pierden, no estamos previniendo el desarrollo de enfermedades.
¿Qué temas pondría en terapia intensiva o en urgencia?
—En terapia intensiva sólo uno: la corrupción. Este es un mal que ha permeado en muchas acciones del mexicano, no es privativo de nuestro país, pero ha llegado a un punto tan álgido que requiere un cambio total, una visión de cero corrupción y con la consecuente mejoría en el manejo de recursos y esa vocación de servicio al prójimo, comprometernos a cuidar la salud de la población y con transparencia erradicar sin falta ese cáncer que es la corrupción.
¿En qué temas diría que no hay nada más que hacer por ellos?
—No cerraría ningún tema como tal. Sólo dejar muy claro que si no hay principios no podemos hablar de resultados óptimos, al tener eso presente, como funcionarios realizaremos acciones fuera de la corrupción.
¿En la próxima administración se logrará la universalización del sistema de salud?
—Sí, se hará a través de una estrategia que fortalezca los servicios públicos de salud, que preste atención médica de calidad, se garantizará la transparencia, la coordinación eficiente de los servicios estatales de salud, tendremos un eje rector, pero nuestro gobierno será itinerante, se ubicará en cada sitio donde se requiera.
Se establecerá un nuevo modelo de atención primaria en salud integral, basado en promover, educar y prevenir una vida estable y óptima.
La salud no se compra, por más que he buscado una farmacia donde digan: ‘Oiga, me da 20 pesos de salud’, no la he encontrado, no funciona así, ésta se busca, se cuida y se exige porque la ley lo dictamina, pero sí se requiere apoyo, el que tenemos es insuficiente, de 3.2% del PIB, lo duplicaremos a 6% si no se alcanza 8%.
¿Qué pasará entonces con el programa de Seguro Popular?
—Su objetivo fue consolidar una cobertura universal, a 15 años no se ha logrado. El Seguro Popular no va a desaparecer, pero sí deberá reestructurarse, hay que dejar claro que la salud es un derecho constitucional, por eso debemos transformar este mecanismo, hay que hacer ajustes y evitar la corrupción.
¿Se privatiza el sistema de salud?
—No, no hay ninguna intención.
¿Cuáles serán sus primeras acciones como secretario?
—No es lo que haga, sino lo que nos comprometimos a hacer. Transformaremos el modelo por uno basado en atención primaria integral, haremos un trabajo transversal con todas las instancias del gobierno y con la iniciativa privada, que participará con infraestructura, en un principio con la construcción de 500 centros de salud en los sitios de mayor necesidad como Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Veracruz y Puebla, y no quiere decir que los otros estados no participen en esto, pero a mayor pobreza menos salud y a mayor corrupción menos salud, por eso iniciaremos ahí.
Impulsaremos una política nacional de medicamentos e insumos porque los mexicanos somos capaces de fabricar, no todos, pero sí algunos fármacos, hace 20 años lo hacíamos, era una industria que daba mucho empleo, vamos a impulsarlos, no de inmediato, pero sí a mediano plazo.
En cuanto a la integración de servicios, se hará de forma progresiva, no nos comprometeremos en una declarativa, eso sería faltar a la realidad.
¿Se requiere reformar el sistema?
—No necesariamente, pero sí tendremos que transformar la visión de los hospitales, que esté enfocada a las necesidades de la población.
¿Dará seguimiento a las 23 denuncias penales que realizó la Secretaría de Salud (Ssa) en contra del gobierno de Javier Duarte por desvío de recursos?
—A mí no me compete, eso le toca a instancias directamente que siguen el caso, estaré atento como todo mexicano y en salud tenemos que conocer eso, aunque no de manera directa.
¿Los recursos destinados a salud han sido usados como caja chica por los gobiernos estatales?
—Sí, han sido usados en forma irregular y, además, apoyados en la ley vigente, porque no todos los estados tienen la obligación de entregar resultados al secretario de Salud, sino al gobernador y éste a la cámara propia del estado, donde se da por perdido.
¿Modificarán esta situación?
—Vamos a buscar en principio un acuerdo con los secretarios de Salud [locales] para trabajar con el mismo protocolo, identificados éticamente, sean del partido que sea, trabajaremos en conjunto para resolver los problemas, si esto no funciona, se modificaría la ley de ser necesario.
¿Cómo combatirán la corrupción, con qué método?
—A través de una invitación nacional a la transparencia, tenemos que contar con gente probada y a falta de probidad es mejor pedir que dejen el cargo y se desligue como funcionario.
En otro punto en el que concuerdo con el virtual presidente electo, es que con el ejemplo se gana.
¿De qué manera impactará la austeridad republicana al sector?
—Habrá más dinero para llevar a cabo los programas planteados, se requieren de 16 mil a 20 mil millones de pesos para poder otorgar medicamentos gratuitos a todos los mexicanos y podemos ahorrar al menos 13 mil millones de pesos con la austeridad republicana.
Esta compactación de servicios no es más que una reflexión de nuestro código de vida, de ética, que haga transparente cómo manejamos los recursos, no vamos a llegar como chivo en vidriería a cambiar todo, pero sí revisaremos las estructuras.
¿Con qué recursos aumentarán el sueldo de los médicos?
—Vamos a tener mayor presupuesto y al bajar el gasto con la austeridad subirá la disponibilidad de un recurso que bien manejado va a optimizar nuestro trabajo y el de los médicos.
¿A partir del 1 de diciembre despachará desde Guerrero?
—No, la conducción del sistema de salud tiene que ser itinerante, hay que viajar a los sitios donde se requiere organizar, implementar, evaluar y vigilar, porque la presencia en una oficina, estar sentado y tener estas pláticas tiene que pasar a un segundo nivel.
Es importante, aunque el primer nivel es estar en los lugares de la comunidad y no sólo con los problemas, sino con las acciones.
El tema de la descentralización no debería impactar porque 70% de las unidades de atención médica y administración ya están en el interior de la República.
Creo que Guerrero es uno de los estados con más necesidades en materia de salud y ahí vamos a estar, habrá una oficina, una dirección.
¿Se sabe cuánto tiempo y cuánto costará esta descentralización?
—No, todavía no entramos a ese tema, tenemos otras prioridades, no quiere decir que esto no lo sea, pero veremos primero temas en salud.
Guerrero es uno de los estados más violentos del país, ¿la inseguridad podría obstaculizar la operación de la dependencia?
—Nuestro núcleo estará en las poblaciones más remotas de Guerrero, Chiapas, Oaxaca, Puebla y Veracruz, ahí hay condiciones difíciles que estamos identificando con georreferencia para operar ahí, los encargados de la seguridad ya ubican cómo tendremos acceso a esas entidades.
Luego, ¿qué medidas de seguridad implementarán?
—Como lo ha dicho el virtual presidente electo, que no requiere seguridad porque la gente está con él, aquí esperemos que sea lo mismo, la vamos a fabricar, no llegaremos prepotentes, la gente que va a estar ahí debe pertenecer a la comunidad o identificada con ella, esa es la protección.
¿Prevén descontento con los sindicatos por la descentralización?
—Sí, pienso que hay ciertas dudas, inquietudes, malestares, porque los sindicatos en su función tienen que velar, actuar y proteger la vida laboral del individuo, vamos a invitarlos a que así sea, les preguntaremos qué les preocupa, estoy convencido de que el diálogo es importante, a veces ellos están acostumbrados a presionar, lo que les pido es que antes de la presión lleguemos a acuerdos con el corazón en la mano.
¿Cómo hacer que los médicos vayan a las zonas más violentas e inseguras del país?
—Debemos minimizar o sanear esas zonas, están así porque no se han atendido sus demandas sociales, laborales y de salud, pero los médicos tarde o temprano dirán: “Quiero ir ahí”, y habrá en principio, si es necesario, algunos incentivos y la seguridad de que se va a trabajar por un bien, por un proyecto importante.
En educación se crearán 100 universidades el primer año de gobierno, ¿cuántos hospitales se construirán en este periodo?
—Estamos pensando alrededor de 60 hospitales generales, a través de todo el sexenio, y unos 34 hospitales de alta especialidad, porque las necesidades curativas son faltantes.
Por los sismos de septiembre resultaron afectados varios hospitales, ¿cuándo operarán?
—En la actualidad existen 57 hospitales que no están funcionando, algunos relacionados con los sismos, otros con un abandono, porque envejecen, no tienen recursos y otros están en una construcción que lleva años, eso lo analizaremos cuando exista la autorización, lo que sí sabemos es que hay varios que deben ser jubilados porque no son operativos.
Respecto al DIF, ¿cuáles son las funciones que absorberá la Secretaría de Salud?
—Las ligadas directamente al tema, todas esas acciones, programas y equipo que tienen pacientes con discapacidad, eso es una prestación en un ámbito social, se tienen que regular y orientar hacia el programa de salud por gente que sea personal médico.
¿Qué se priorizará en materia de salud para la administración de López Obrador?
—Primero, hacer válido que la salud es una garantía, asegurar que la cobertura sea universal, que se tenga una atención integral, el programa de atención primaria de la salud como nuevo modelo, el otorgar medicamentos y atención gratuita a esos 20 millones [de mexicanos], que no les cueste la mitad de su vida económica y más para atender una emergencia de salud.
¿Cómo se logrará que haya abasto de medicamentos y médicos?
—Haciendo una reestructuración en la compra de medicamento, con el freno total de la corrupción y el mal manejo de la administración, seguir con compras consolidadas, pero plantearemos que se haga a través de la Organización Panamericana de la Salud, fortaleciendo a mediano plazo la industria farmacéutica nacional.