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horacio.jimenez@elunive rsal.com.mx
David Colmenares Páramo fue elegido por los diputados el jueves pasado nuevo titular de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) y adelanta que no será rehén de los partidos políticos ni será tapadera de nadie.
El primer economista que tendrá ese cargo afirma que su trabajo será totalmente apartidista e independiente. No hará exoneraciones anticipadas ni le inventará nada a nadie. “No vamos a cubrir nada”, afirma.
Aficionado de hueso colorado, como su ex jefe Francisco Gil, a las Águilas del América, acepta que en la ASF hace falta ser más eficientes.
Para Colmenares Páramo no todos los funcionarios son corruptos ni tampoco todos los gobernadores son unos “delincuentes en potencia”.
Dice que es deseable que el Senado nombre al fiscal anticorrupción, para que el Sistema Nacional esté completo, independientemente de que haya un proceso electoral en curso.
Del ganador de la próxima contienda presidencial, adelanta que la relación será de respeto y que no generará “bolas de fuego”.
Después de algunos meses que estuvo acéfala la ASF hubo acuerdo por usted, ¿cómo se siente?
—Me siento con una responsabilidad inmensa. Yo lo busqué y tengo que cumplir con la sociedad, con la institución, con el país y conmigo mismo. Aprovechando las fortalezas que ya existen en la auditoría y también tratar de mejorar sus debilidades.
¿A qué se compromete?
—A tener una institución fortalecida, con mejores resultados, hay los elementos para hacerlo. El Sistema Nacional de Fiscalización es una gran oportunidad y quiero reconocer que ese sistema, pues se gestó durante el trabajo de Juan Manuel Portal, ya está en la ley, y esto permitirá una coordinación institucional con la Secretaría de la Función Pública, con los contralores y los auditores especiales de los estados.
¿Se compromete a una total independencia como el mayor fiscalizador del país?
—Por supuesto. Tenemos autonomía financiera y de gestión. También implica una responsabilidad, porque tenemos, obviamente, que ser revisados también nosotros. No puede estar la Auditoría Superior revisando a los otros y que no haya una instancia que te revise a ti. Está la UEC en la Cámara de Diputados. Pues habrá que fortalecer a la UEC para que su trabajo sea más efectivo al revisar las cuentas del propio ente fiscalizador.
Es importante ver la radiografía de cómo se votó su nombramiento: lo respaldaron PAN, PRD, MC y Morena y el bloque del PRI. ¿Usted se siente rehén de estos votos?
—No. La auditoría es un órgano del Poder Legislativo. El Poder Legislativo es el representante del pueblo, los diputados representan al pueblo, y sí, yo sí me siento muy contento, y esto muestra la responsabilidad, que hubo votos de todos los partidos, del PRI, del Verde, del Panal, de Morena, del PRD, del PAN. Me preocupaba mucho que hubiera el quórum y lo rebasamos. No, yo no creo que sea rehén. Me siento comprometido con ellos y no les puedo fallar.
Mi trabajo tiene que ser totalmente apartidista e independiente. Desde luego, yo no haré nunca ninguna exoneración ni ocultaré nada, pero tampoco inventaré defectos o acciones que no sean reales.
¿Qué debilidades tienen la auditoría o el Sistema Nacional Anticorrupción?
—En el caso de nosotros, fundamentalmente, tenemos que ser más eficientes. No puede ser que de 800 denuncias sólo hayan pasado cuatro.
¿Cuál es su diagnóstico del Estado de derecho que vive México? Enrique de la Madrid dijo que en el país estaba roto, que prácticamente había mucha impunidad.
—Más que un diagnóstico, yo lo que veo es que, efectivamente, un Estado de derecho es lo que más importa. Vemos que con el crecimiento de la delincuencia organizada que es impresionante su poder, la capacidad que tienen ya de armar a pueblos, de utilizarlos, como en el caso de los huachicoleros. Y eso obviamente que lastima el Estado de derecho.
Yo no considero que todo funcionario sea corrupto, tampoco creo que sea cierto que todos los gobernadores sean delincuentes en potencia. Se han dado casos extremos como los que ya conocemos y esos hay que seguirlos, hay que perfeccionar las denuncias y castigarlos, pero tampoco podemos generalizar.
¿Qué le dice a usted el que haya gobernadores detenidos?
—Pues que cometieron actos de corrupción imperdonables y que, obviamente, deben ser castigados; primero juzgados y luego castigados, porque tienen derecho a defenderse. Todo el mundo sabe del enriquecimiento de muchos ex gobernadores que hoy no son bien vistos por la sociedad porque son ricos. Eso tenemos que acabarlo. En el gobierno federal igual y en las administraciones municipales.
Usted se encargará de fiscalizar los recursos públicos. ¿Por qué hay una desilusión en la gente?
—Bueno, que me voy a encargar de auditar, por supuesto. ¿Por qué hay desilusión de la gente? Es que tenemos que cuidar también la parte del mensaje, que a veces es muy negativo en torno a la corrupción.
En todas las series de televisión aparece un funcionario y es un bandido, trae negocios, anda con la secretaria, etcétera. Creo que es un enfoque equivocado.
¿Cómo ve los casos más polémicos como Odebrecht, la estafa maestra, desvíos en Sedesol y algunos desfalcos en los estados?
—El papel de la auditoría es, en el ámbito de su competencia, revisar lo que tenga que revisar, obviamente que en mis planes de trabajo está inmediatamente, aparte de ver la cuestión financiera, cómo entro, a quiénes dejo y a quiénes no, y no se puede parar el trabajo de la auditoría, evidentemente, pero establecer mesas internas de trabajo para que me informen y después verlo con los actores del Sistema Nacional Anticorrupción, para tener una posición que ya no sea de la propia dependencia, que sea del sistema.
Desde ahora adelanta que no será tapadera de nada...
—Por supuesto, en mi vida lo he probado. He sido muy independiente tratando de hacer lo que considero que es correcto, pero escuchando también cuando me señalen que algo no estoy haciendo, que es negativo o es equivocado. Por supuesto que no vamos a cubrir nada, vamos a auditar con objetividad.
¿Cómo ve que falta por designar al fiscal Anticorrupción?
—Ojalá y que se destraben pronto los temas atorados en el Senado porque necesitamos estar todos. Buscaré reunirme inmediatamente con el Consejo Ciudadano que forma parte del Sistema Nacional Anticorrupción.
Organizaciones de la sociedad le pidieron al Senado que pospusiera los nombramientos hasta que pasen las elecciones.
—Lo mejor es que ya estén, independientemente de la elección.
¿Qué le dicen frases de políticos, candidatos y auditores: “caiga quien caiga”, “vamos hasta las últimas consecuencias...”?
—Yo no voy a salir a a hacer declaraciones de todos los temas sin estar fundamentadas. Sé que al ser el auditor no puedes volar ni prejuzgar, todos tienen derecho a revisar los asuntos. Yo me comprometo a trabajar y a hacer más eficiente a la Auditoría y a trabajar con eficacia en el Sistema Nacional Anticorrupción y ser muy transparente en mis cosas.
Su antecesor, Juan Manuel Portal, dijo que los peces gordos son muy listos, por eso no están en la cárcel, ¿coincide usted?
—Tiene razón porque la historia eso nos demuestra; sin embargo, ya estamos viendo que las cosas empiezan a cambiar, por ejemplo, ¿cuándo ibas a ver detenciones de ex gobernadores?
¿Cómo será su relación con quién quede electo Presidente?
—De respeto institucional, haré mi trabajo, no generaré bolas de fuego... seré muy responsable en mi manejo político.