El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que no habrá influyentismo ni se beneficiará a ningún empresario que haya asistido el pasado miércoles a la cena para la venta de boletos de la rifa del avión presidencial.

“No vamos a darle beneficio a nadie fuera de la ley, no hay preferencia, influyentismo o pago de favores. Ese es el problema, nos confunden, yo no soy [Carlos] Salinas, eso sí calienta”, aseguró.

No obstante, el Mandatario federal rechazó transparentar la lista de asistentes por razones de “confidencialidad”.

“Es que no tenemos por qué hacerlo, legalmente, y queremos también protegerlos. Les dije antier, si ellos deseaban expresar, digo, que se dieran a conocer los nombres, lo hacíamos; si no, es como comprar los boletos de la Lotería, se queda en el anonimato”, dijo en su conferencia de prensa matutina.

El Presidente señaló que es un exceso de sus “malquerientes” el señalar que extorsionó a los empresarios del país, al ofrecer una cena a cambio de que lo ayuden a comprar y distribuir 4 millones de boletos para la rifa.

“Los del PAN dijeron que los habíamos extorsionado, imagínense, se exceden. Ellos saben muy bien, porque es probable que los que asistieron algunos sean simpatizantes del PAN, como simpatizantes de cualquier otro partido, entonces ellos saben de qué se trató; o que les pregunten si hubo una insinuación para que fuese a fortiori. No, no, incluso hasta lo subrayé eso.

“¿Se acuerdan cuando el pase de charola? Hubo una periodista que equiparó esto al pase de charola. El pase de charola fue decirles: ‘Aporten para la campaña de un partido’, bueno, del PRI. Esto es de buena fe, no es obligatoria, es voluntario, y yo les agradezco mucho, porque asistieron y aportaron”, reiteró.

El Ejecutivo federal destacó la aportación del sector empresarial para ayudar a enderezar el “entuerto de lo del avión, que tenemos que venderlo, en este caso rifarlo, para tener los fondos y destinar los beneficios a centros de salud, a hospitales y que no se siga deteriorando y que no sigamos pagando por un armatoste”.

Reiteró que no usará el avión presidencial TP01, porque además de ofender al pueblo, costaría muchísimo operarlo, por lo que es mejor que el Presidente pague su boleto en una línea comercial que lo que cuesta el mantenimiento de ese avión.

“Mantener ese avión sin volarlo y con austeridad, sin cobrar tanto por la comida que se da, los vinos, etcétera, son más de 200 millones de pesos al año. ¿Ustedes creen que yo me voy a gastar 200 millones en boletos con los que me acompañan? No, o sea, es juicio práctico, es sentido común”.

Señaló que los empresarios voluntariamente están ayudando, cosa que “les agradezco mucho”.

El presidente López Obrador dijo que su equipo revisó todo el tema jurídico y no hay ningún problema para conseguir recursos para la compra del avión.

El miércoles pasado con tamales de chipilín y atole de chocolate, el Presidente comprometió a más de 200 de los empresarios más importantes del país a apoyarlo en su propuesta de rifar el avión.

Se les entregó una carta compromiso para que “de manera voluntaria” adquieran y paguen los boletos, y cuyos montos van de 20 a 200 millones de pesos, es decir, adquirir desde 40 mil a 400 mil cachitos, señalaba el documento.

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