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Los municipios son fundamentales para recuperar la confianza de los ciudadanos en la democracia, afirmó Laura Chinchilla, ex presidenta de Costa Rica.

Al participar en la conferencia El futuro de los municipios y comunidades locales de América Latina, en el marco de la 11 Cumbre Hemisférica de Alcaldes, la ex mandataria resaltó que al ser el primer contacto del gobierno con los ciudadanos, los municipios pueden hacer que se recupere la confianza en la democracia, mediante la resolución más eficaz de los problemas de los ciudadanos.

“El gobierno local se puede convertir en un gran referente en la implementación de las políticas públicas, empezando [por] cómo responder más rápido a las demandas ciudadanas. La burocracia central puede tardar mucho tiempo en resolver los problemas de la comunidad”, subrayó.

Acompañada de Rigoberta Menchú, Premio Nobel de la Paz, y de Ildefonso Guajardo, secretario de Economía, Chinchilla destacó que la corrupción contribuye a la pérdida de confianza de los ciudadanos en la democracia, porque muchas veces este problema está ligado a autoridades municipales y estatales, por lo que ser más eficaces en la atención de los problemas de las comunidades es una forma de recuperar la confianza ciudadana.

Rigoberta Menchú comentó que el futuro de los municipios radica en entender el presente para poder resolver los retos futuros y destacó que la desesperanza social que prevalece en el mundo así como en América Latina no se soluciona con un buen discurso electoral, sino con la mejora de las condiciones de vida de la población.

La Premio Nobel señaló que los gobiernos municipales deben integrar en su agenda la educación en contextos multiculturales, a fin de eliminar las intolerancias, las burlas y los odios que afloran en cualquier rincón.

Ildefonso Guajardo, secretario de Economía, señaló que toda política pública tiene que ser aterrizada en el ámbito local, puesto que los impactos de la globalidad tienen efectos diferenciados en las comunidades.

Refirió el ejemplo del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, que permitió convertir a municipios en potencias de la manufactura; sin embargo, reconoció que otras comunidades no alcanzaron el mismo desarrollo, por lo que existe un reto al tratar de ligar lo global con lo local.

“México se abrió al libre comercio en 1994, ha habido transformaciones de comunidades que eran agrícolas y hoy son potencias manufactureras. Pero hay otro México en el sur y sureste que no tuvo elementos fundamentales en infraestructura, que parecen dos historias dentro del mismo modelo de desarrollo. El reto es cómo emparejar las oportunidades en las diferentes comunidades en el proceso de desarrollo", aseveró Ildefonso Guajardo.

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