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El vicecoordinador de los diputados federales de Morena , Pablo Gómez, expresó su rechazo a la posibilidad de que se restablezca el arraigo domiciliario , como plantea el borrador de las enmiendas en materia judicial y penal que se presentarían ayer ante el Senado, pues eso afectaría derechos humanos.
“Yo siempre he pensado que el arraigo no es congruente con los derechos humanos, y ahora lo quieren dejar en 40 días sin prórroga, pero por cualquier cosa. Yo no estoy de acuerdo”.
Insistir en el arraigo es para “sustituir la ineptitud del ministerio público en las investigaciones”, expuso el legislador al referirse al contenido de los borradores de las iniciativas de reforma que circularon el martes en el Senado, y cuya presentación forma se pospuso hasta el arranque del periodo ordinario de sesiones, en febrero.
“No tiene ningún sentido arraigar a personas porque un juez lo decida, aunque no se trate de delitos de alto impacto o la llamada delincuencia organizada” y más bien se mantendría la ineptitud en las averiguaciones, en las que las fallas son tantas, “que hasta sospechosas (son)” y eso envicia los procesos judiciales, estimó Gómez Álvarez.
Se pronunció por tanto cambiar todo el sistema de justicia, pero a través de reformar completamente a la Fiscalía General de la República (FGR).
”Lo que tenemos que hacer pues es hacer una Fiscalía nueva y empezarla a hacer cuanto antes, no tardar cinco años para hacerla”.
Pero ”el problema no es tanto la falta de leyes como la falta de gobierno, en el sentido más amplio de este término, ¿no?, política social, justicia social, procuración de justicia, seguridad pública y Poder Judicial. Algunas propuestas que están haciendo desde el Gobierno y desde la Procuraduría, y quizá también desde el Poder Judicial, seguramente serán buenas y son bienvenidas”.
Entre estos cambios positivos mencionó las propuestas de reformas para que sean jueces los que se encarguen de llevar los procesos sobre actos de corrupción dentro del Poder Judicial.
Aclaró empero que Morena no está en contra de ese poder y no acusa a todos los jueces de corruptos, “pero tampoco estamos de acuerdo en que existan sistemas que se presten con facilidad a relaciones de encubrimiento, o de absoluta tolerancia donde no hay control alguno sobre la función jurisdiccional”.
MAOT
