Pese al ofrecimiento de renunciar a 50% de su financiamiento público y promover cambios legales en ese mismo sentido para someter a los partidos políticos a la “austeridad”, Morena ha cobrado sus ministraciones íntegras durante lo que va del año, a razón de 134.5 millones de pesos cada mes.
Así, en estos primeros siete meses del año ya le han correspondido 941.9 millones de pesos en total, de los cuales 914.4 millones de pesos han sido por concepto de financiamiento público ordinario, y 27.4 millones de pesos para actividades específicas, es decir, tareas editoriales, de educación o capacitación.
Con esa suma excedió el tope de financiamiento que se comprometió a recibir este año: 797.5 millones de pesos, es decir, la mitad de los mil 595 millones de pesos que le corresponden legalmente —tanto por gasto ordinario como para actividades específicas— por haber alcanzado la más alta votación de todos los partidos en 2018.
Con lo recibido hasta hoy Morena duplicó los recursos que le correspondieron el año pasado para gasto ordinario: 418.9 millones de pesos sólo para financiar actividades cotidianas como salarios, pago de servicios, rentas y gasto corriente. Además, hace un año también recibió otros 207.4 millones de pesos para sus gastos de campañas federales.
Sin embargo, aunque mensualmente tocan a Morena 134.5 millones de pesos (130.6 millones de gasto ordinario y 3.9 millones para actividades específicas) hasta ahora ha tenido que dedicar 43.2 millones de pesos a pagar multas electorales por irregularidades administrativas en el reporte de sus ingresos y gastos.
Por eso, aunque ha recibido íntegro su financiamiento, sólo han ingresado en sus arcas 989.7 millones de pesos netos, todo esto según información del Instituto Nacional Electoral (INE).
“Renunciaremos a la mitad”
La presidenta de Morena, Yeidckol Polevnsky, aseguró que sigue en firme la decisión del partido de renunciar a 50% de las prerrogativas que le tocan este año, pero aún están en estudio los mecanismos para hacerlo.
Aclaró que a diferencia de otros partidos, ella no tiene firma para acceder a la cuenta bancaria de Morena, pues “nunca he querido ser parte de cuestiones económicas”, de modo que todo ingresa mensualmente, pero es la Secretaría de Finanzas la que administra y lo hace “de forma institucional”.
Contó que a sabiendas de que a más recursos, más disputa, desde el triunfo de Morena en 2018 planteó al entonces presidente electo Andrés Manuel López Obrador que era un riesgo para el partido tener tantos recursos.
“Cuando vi cuánto dinero íbamos a tener, dije: ‘¡Qué horroroso!’, todo mundo, y no me equivoqué, porque hoy lo estamos viviendo, va a querer meterse con la cuestión del dinero y me dijo [López Obrador]: ‘¿Qué propones?’, y le dije: ‘Pues renunciar’.
“Entonces dijo que íbamos a renunciar a 50% de las prerrogativas, estamos en eso, no existe algo al respecto sobre cómo hacerse”, recordó la dirigente.
La referencia a la disputa por los recursos es por el reclamo que en el pasado Consejo Nacional de Morena, el domingo 7 de julio, hizo el titular del Instituto Nacional de Formación Política (INFP), Rafael Barajas El Fisgón, pues el congreso de Morena realizado en agosto pasado ordenó que la mitad de las prerrogativas serían para ese organismo, pero no ha recibido “ni un peso”.
El caricaturista denunció que Polevnsky Gurwitz ha obstruido la creación de ese instituto y la entrega de recursos, mismos que ascenderían a 398.7 millones de pesos, si se considera que Morena sólo aceptaría la mitad del financiamiento que le toca este año, y esa cifra es 50% de lo que se comprometió a ejercer.
La presidenta interina de Morena informó que platicó con el ahora exsecretario de Hacienda, Carlos Urzúa, y pidió una reunión con un subsecretario para afinar el mecanismo: “Urzúa me dijo: ‘¿Que vas a renunciar [a eso]?’, le dije que yo encantada de la vida, ‘nada más díganme el mecanismo, porque no quiero cometer algún error’, entonces estamos en disposición de renunciar, necesitamos un mecanismo de cómo hacerlo”.
Sin embargo, el INE cuenta desde 2017 y 2018 con una ruta legal por la cual los partidos pueden válidamente renunciar parcial o totalmente a su financiamiento.
Esta fue elaborada por la dirección jurídica del INE y la Secretaría de Hacienda, a raíz de los sismos de septiembre 2017 que causaron daños en varias entidades del país, lo que motivó a varios partidos a la donación parcial de sus prerrogativas. Esa ruta consiste en que sólo se puede hacer mediante renuncia expresa ante el INE de un porcentaje de su financiamiento, para que el instituto lo devuelva a la Tesorería de la Federación (Tesofe).
Durante la pasada administración federal, Morena renunció a usar ese mecanismo, por desconfianza en el anterior gobierno y la aplicación que tendrían los recursos, lo que le llevó a crear su Fideicomiso Por los Demás, para hacer entregas de dinero a damnificados de los sismos de 2017.
Ahora, en el nuevo gobierno federal, Morena tampoco ha devuelto recursos vía Tesofe.