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Sentada en una banqueta afuera del Centro de Mando de la Policía Federal, en Iztapalapa, Eloisa Herrera cuidaba que su hija de 13 años no sufriera un ataque epiléptico por exponerse a altas temperaturas.
La joven madre cuenta que su esposo fue rechazado por la Guardia Nacional por padecer sobrepeso, por ello se unieron a las manifestaciones desde hace cuatro días.
“Lo que más me preocupa es perder el bono de operatividad: eran 9 mil pesos al mes, con los que pagábamos el tratamiento de mi hija en el Instituto Nacional de Perinatología (InPer)”, dijo.
Además de tener epilepsia, la hija de Eloisa sufre displasia broncopulmonar, retraso mental y autismo severo.
“El papá [de mi esposo] es diabético y no tiene piernas y mi suegra es de la tercera edad. Al ser hijo único, [él] nos mantiene a todos; si pierde su empleo, no sé qué vamos a hacer”, comparte Eloisa.
El matrimonio tiene otra hija que estudia la preparatoria, pero está apunto de abandonar la escuela para empezar a trabajar y ayudar con los gastos en casa.
“El Presidente no pensó en que no sólo iba a afectar a los que trabajan en la Policía Federal, [sino] también [a] todas las familias que dependemos de ellos”, señala la madre.
Esta no es la primera vez que Eloisa tiene una mala experiencia con el gobierno de López Obrador, ya que antes la administración le retiró una beca a su hija que está en la preparatoria: “Desde el año pasado mi hija recibía una beca, pero cuando entró [López] Obrador se la quitaron”.
Eloisa fue una de las mujeres que ayer se retiró del Centro de Mando porque las negociaciones entre la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana y la Policía Federal no han progresado.
“[Es] injusto que digan que los policías van a trabajar en las mismas condiciones. No es cierto: les están quitando sueldo y prestaciones”, dijo.
Por último, pidió al Presidente y a Alfonso Durazo, secretario de Seguridad, que no desestimen la labor que realizaban los uniformados y que dejen de hablar de la “mano negra”.
“A nosotros nadie nos pagó por haber estado aquí; no hay ningún senador ni ningún partido político que nos haya traído. Esas son mentiras que López Obrador le quiere decir al pueblo”.