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Muchos de los resultados sobre reducción de pobreza y pobreza extrema no sólo se deben a los programas sociales implementados por el gobierno federal, sino a que cada vez más familias participan de ellos.
Así lo afirmó Daniel Aceves Villagrán, director general de Prospera, durante la presentación de su libro Programas de transferencias monetarias condicionadas en la interrupción del ciclo intergeneracional de la pobreza, a través del cual analizó diversos programas de inclusión social como el que encabeza y su impacto en los últimos 20 años.
Destacó el resultado dado a conocer ayer por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), relativo a que entre 2014 y 2016, 1.9 millones de personas salieron de la condición de pobreza, mientras que 2 millones dejaron la pobreza extrema en el país.
Explicó que esto es muestra del funcionamiento de las políticas de inclusión social impulsadas por el gobierno federal, que colocan a México como un referente global en combate a la pobreza.
Destacó que el trabajo del Coneval establece un referente en la medición de la pobreza. “Sabemos que algo se está haciendo bien, hay una transversalidad importante y el Coneval como organismo público autónomo determina una medición que da la vuelta al mundo”.
“La pobreza ha existido junto a la humanidad pero, ¿cómo se mide? No hay hasta el día de hoy una comunidad científica o técnica que pueda homologar su medición”, dijo.
Indicó que es muy importante hacer un análisis y abrir el diálogo sobre los resultados de los programas sociales que llevan dos décadas de existencia y que han dejado la lección de que la lucha contra la pobreza es cuestión de corresponsabilidad y no de un asistencialismo ni de regalarle dinero a las familias.
Dijo que se trata de establecer una relación de socios entre gobierno y ciudadanos, donde las familias reciban dinero a cambio de que los niños asistan a la escuela y que acudan todos los integrantes a los centros de salud como parte de sus corresponsabilidades.
Al evento asistieron Gabriel O’Shea Cuevas, comisionado Nacional de Protección Social de Salud, organismo que administra el Seguro Popular, quien realizó el prólogo de la obra; Juan Rivera Dommarco, director general del Instituto Nacional de Salud Pública; Onofre Muñoz Hernández, Comisionado Nacional de Arbitraje Médico, entre otros.
