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francisco.resendiz@eluniversal.com.mx
En punto de las 7:19 horas de ayer, el presidente Enrique Peña Nieto izó a media asta, en la Plaza de la Constitución de la Ciudad de México, la Bandera Nacional en memoria de las más de 3 mil víctimas por los terremotos del 19 y 20 de septiembre de 1985.
Más tarde, a las 13:14 horas, el Presidente interrumpió las labores que desarrollaba en la Residencia Oficial de Los Pinos y guardó un minuto de silencio por las víctimas del terremoto del 19 de septiembre del año pasado; después se sumó al macrosimulacro 2018 y desalojó su oficina.
Tras el simulacro —en el que se simuló un sismo de magnitud 7.2 originado en Puebla, a 189 kilómetros de la Ciudad de México—, Peña Nieto advirtió que los eventos de septiembre “nos mostraron que juntos somos capaces de superar cualquier adversidad”.
En otro mensaje difundido en su cuenta de Twitter, donde se ve al Presidente con el puño en alto y rodeado de personas con chalecos de Protección Civil, indicó: “Hoy #19DeSeptiembre recordamos con respeto a quienes perdieron la vida en los sismos que cimbraron al país en 1985 y 2017 #19S”.
En esta red social expresó su reconocimiento y gratitud a las Fuerzas Armadas del país, servidores públicos y a la sociedad civil en general “que lograron mantener a México de pie”, puntualizó y cerró su mensaje con el hashtag #FuerzaMéxico.
Un minuto antes de las 7:19 horas, el Presidente, acompañado por el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, José Ramón Amieva; y por el gabinete de Seguridad Nacional, encabezado por los secretarios de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida; de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos Zepeda, y de Marina-Armada, Vidal Francisco Soberón Sanz, salió de Palacio Nacional.
Caminó sobre la plancha del Zócalo capitalino hasta el pie del asta bandera, donde se detuvo e izó el Lábaro Patrio en señal de luto para recordar a las personas que perdieron la vida hace 33 años durante los terremotos del 19 y 20 de septiembre de 1985.
Un acto solemne. Una banda de guerra de las Fuerza Armadas entonó el Toque de Silencio y posteriormente el Himno Nacional. Al concluir la breve ceremonia, el Presidente se acercó a saludar a personal de Protección Civil y rescatistas que acudieron al evento. Un par de minutos después ingresó de nueva cuenta a Palacio Nacional.
De acuerdo con integrantes del primer círculo presidencial, el Jefe del Ejecutivo desarrolló sus actividades con normalidad. A media mañana Peña Nieto se trasladó a la Residencia Oficial de Los Pinos para llevar a cabo el desahogo de su agenda.
Poco antes de las 13:14 horas, el Presidente escribió en su cuenta de Twitter: “Estar preparados ante una emergencia es la mejor forma de prevenir desastres; participemos en el #MacroSimulacro2018 de las 13:16:40 hrs. de hoy y ayudemos a evitar dolorosas pérdidas en el futuro. #FuerzaMéxico #19S”.
De acuerdo con imágenes que el presidente Peña Nieto difundió en Instagram, al momento de iniciar el minuto de silencio en memoria de las víctimas de los terremotos se encontraba en su oficina de la Casa Lázaro Cárdenas, en Los Pinos, acompañado por el jefe de la Oficina de la Presidencia, Francisco Guzmán Ortiz, por el vocero Eduardo Sánchez e integrantes de su staff.
Peña Nieto guardó un minuto de silencio y, posteriormente, cuando se activó la alerta sísmica para este simulacro, salió de su oficina tras algunas indicaciones del vocero Sánchez, descendió unas escaleras y se colocó, junto con su equipo, en el área de seguridad.
En tanto, en la entrada principal a Los Pinos, trabajadores salieron de la Casa Ruiz Cortines para colocarse en el área de seguridad ubicada frente al asta bandera central de Los Pinos. Al concluir el simulacro, el Presidente y sus colaboradores regresaron a sus actividades.
En este simulacro, detalló personal de la Presidencia, se simuló un escenario con un sismo originado en Puebla, a 190 kilómetros de la Ciudad de México.
