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nacion@eluniversal.com.mx
Ante un Congreso exigente en el que incluso Morena reclamó transparencia en su comunicación con el Poder Legislativo, el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubon, estableció que “México no aceptará iniciar, suscribir o pactar un acuerdo de tercer país seguro”, lo cual quedó claramente establecido en la mesa de diálogos en Washington desde el viernes de la semana pasada.
En sesión de casi cuatro horas de la Comisión Permanente del Congreso, Ebrard y la secretaria de Economía, Graciela Márquez Colín, informaron sobre los resultados de los esfuerzos de negociación para frenar la aplicación de aranceles que anunció Donald Trump, así como su impacto en el nuevo tratado trilateral de libre comercio.
El canciller subrayó que en esta crisis, la más severa desde las intervenciones militares de Estados Unidos en México de 1846 y 1914, la comunidad internacional reaccionó con silencio y no participó.
Entregó el acuerdo suscrito con la contraparte estadounidense, el cual fija el plazo en el que México atenderá el reclamo de Estados Unidos de actuar ante los flujos migratorios que pasan por el país. “No existen más que esos acuerdos”, afirmó.
Informó de las acciones que México pactó realizar en el margen de 45 días. Apuntó que “si nosotros no tenemos resultados, los estadounidenses otra vez van a querer entrar a la discusión del tercer país seguro o del primer país de asilo”.
Dijo que se ganó un plazo y que si se hubiera optado por dejar que ocurriera la imposición de los aranceles, se hubieran perdido más de un millón de empleos. Al buscar arreglar el problema, comentó, a México se le hubiera obligado a actuar como tercer país seguro. La negociación perfiló que México acelerará el despliegue de la Guardia Nacional en la frontera sur, y se fortalecerá el Instituto Nacional de Migración, “porque está en una situación delicada”.
Indicó que los estadounidenses están de acuerdo en que los mexicanos atacarán el problema de flujos migratorios “sin aceptar medidas que se les [impongan]”.
De acuerdo con Ebrard, al buscar el diálogo en Washington “llegamos con un ultimátum y salimos con un convenio” en migración.
“No podemos tener a un millón y medio de personas cruzando México sin tener ninguna noción de quiénes son ni de dónde vienen. ¿Cómo proteges a alguien que no existe?”, señaló.