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El presidente Enrique Peña Nieto aseguró que después de seis años el país es mejor al que recibió y que la siguiente administración, que encabezará Andrés Manuel López Obrador, recibirá una nación fortalecida y con estabilidad en lo político, económico y social.
En un mensaje a la nación, con motivo de su 6to Informe de Gobierno, en el que aceptó que no se alcanzó el objetivo de recuperar la paz y la seguridad en el país, advirtió que el cambio que impulsó “afectó añejos privilegios” y que asumió los costos; precisó que los hechos respaldados por cifras verificables deben ser el principal criterio para evaluar una administración.
Flanqueado por los presidentes de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Luis María Aguilar Morales; de la Cámara de Diputados, Porfirio Muñoz Ledo, y del Senado, Martí Batres Guadarrama, ambos de Morena, subrayó que las reformas estructurales son el logro más trascendental de esta administración y su mayor aportación al futuro desarrollo del país.
Ante la mayoría de los gobernadores y el gabinete en pleno, empresarios y embajadores, indicó que a través del fortalecimiento y la construcción de instituciones —como los sistemas nacionales de Transparencia y Anticorrupción— su gobierno respondió a una de las mayores exigencias de la población: “Desterrar la corrupción de nuestra vida pública”.
Alertó que un manejo inadecuado de las finanzas públicas puede derrumbar en días lo construido durante décadas y que por ello privilegió, por encima de cualquier otra prioridad económica, la estabilidad: “Ello implicó tomar decisiones difíciles e impopulares [como la reforma hacendaria y el gasolinazo], pero necesarias”, dijo Peña Nieto.
“Los hechos y las cifras dan cuenta de una transformación profunda en múltiples ámbitos de la vida nacional y también revelan, hay que decirlo, la persistencia de rezagos y desafíos que no logramos superar, pese a los esfuerzos realizados”, explicó al destacar el Pacto por México.
En el Patio Central de Palacio Nacional, reconoció el triunfo de Andrés Manuel López Obrador en los comicios de julio, le deseó “con ánimo republicano” éxito, e indicó que dejará al nuevo gobierno finanzas públicas sanas, con 78% más de contribuyentes que hace seis años y una deuda manejable y en tendencia decreciente.
Además de la inflación más baja para un sexenio desde hace 50 años, un ritmo de creación de 800 mil nuevos empleos por año y 4 millones de empleos en su administración, existe un nuevo modelo energético que permite recuperar la condición de potencia en este sector y liberar recursos para fines sociales.
Dijo que López Obrador recibirá una nación con la mayor inversión extranjera directa de la historia —192 mil millones de dólares— e inversiones comprometidas por casi 200 mil millones de dólares en el sector energético, e insistió en un Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) que contemple a México, Canadá y Estados Unidos.
Indicó que deja al nuevo gobierno los menores porcentajes de pobreza y de carencias sociales desde que se tiene registro, un nuevo modelo educativo que se implementa en las aulas a partir de este ciclo escolar y proyectos de telecomunicaciones en marcha que permitirán dar servicio de internet de banda ancha, por lo menos, a 92% de la población para 2024.
Además, una fortalecida infraestructura en comunicaciones y un conjunto de tratados comerciales de nueva generación y relaciones estrechas con todos los países con los que compartimos principios e intereses.
“Éste será el punto de partida de la próxima administración, que el 1 de diciembre habrá de asumir la alta responsabilidad de gobernar a México. Hoy somos un país mejor del que éramos hace seis años. Lograrlo ha sido ─desde el primer día de este mandato─ mi mayor compromiso”, dijo.
Indicó que a partir de un diagnóstico claro, hace seis años se emprendió un proyecto de cambio que contempló una amplia agenda de reformas, de nuevas políticas públicas y grandes obras de infraestructura, que tenían el fin de hacer de México una nación más justa e incluyente, mejor preparada y próspera, y comprometida con la solución de los grandes retos globales, para lo que se construyó una nueva plataforma de desarrollo, no sólo para estos seis años, sino para las siguientes décadas, indicó.
A lo largo de una hora y 36 minutos, Peña Nieto detalló —respaldado por audiovisuales difundidos en cuatro pantallas gigantes— los cinco grandes ejes sobre los que trabajó su gobierno: México en paz, México incluyente, México con educación de calidad, México próspero y México con responsabilidad global.
“He de reconocer que no en todas las asignaturas alcanzamos los objetivos. Sin embargo, puedo asegurar que siempre actuamos para remover los obstáculos que habían impedido un desarrollo pleno. Actuamos para ofrecer, a cada persona, nuevas oportunidades de realización. Actuamos para hacer de México un país más justo, libre y próspero”, expuso.
El Presidente dijo que en todo momento su gobierno buscó convocar y convencer, nunca imponer, privilegió la colaboración entre gobiernos y aclaró que las reformas no fueron un fin, sino medios para avanzar hacia una sociedad más libre, incluyente y próspera, sustentada en una economía moderna y dinámica.